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dc.contributor.advisor | Rojo Moreno, Juan | |
dc.contributor.advisor | Faus Llácer, Vicente | |
dc.contributor.author | Valdemoro García, Carlota | |
dc.contributor.other | Facultat de Medicina i Odontologia | es_ES |
dc.date.accessioned | 2014-09-18T11:44:01Z | |
dc.date.available | 2014-09-19T06:10:03Z | |
dc.date.issued | 1996 | |
dc.identifier.uri | http://hdl.handle.net/10550/38812 | |
dc.description.abstract | Resulta muy difícil enfocar la normalidad desde un criterio operativo, pragmático y no excluyente para el individuo. Se puede destacar, en principio, que lo anormal no es necesariamente patológico y mas bien viene marcado por la desviación media de la norma correspondiente a la totalidad del grupo de referencia. Lo normal se delimita desde el ámbito de la esfera sociocultural y únicamente indica una adaptación adecuada al contexto social. De ahí que lo anormal puede ser patológico, doloroso e inadaptado, pero, en ocasiones, puede resultar sano, asintomático o adaptado. La naturaleza de un fenómeno o conducta como patológicos no viene dada por su anormalidad o desvío de la norma, sino porque, bajo tal fenómeno o conducta, subyacen mecanismos que comportan al sujeto una restricción de su libertad (entendida como forma de enriquecimiento existencial que mejore las relaciones humanas intro e intrapersonales). Lo enfermo, sólo supone un caso especial de lo anormal, donde lo significativo debe ser referido a la relación sujeto-objeto y no a la situación estadística o sociológica. Así la enfermedad adquiere un carácter personal y existencial. Se plantea la cuestión de si existen sociedades sanas frente a sociedades enfermas. Escuelas sociológicas y algunas orientaciones medicas han llevado a cabo una fusión de individuo y sociedad de tal manera que no se diferencia cualitativamente la enfermedad personal de la enfermedad como un problema social, y se diluye el trastorno individual en la alienación colectiva sin que medien diferencias esenciales de naturaleza. El hecho de que existan sociedades más sanas que otras, debe de permitir mantener la conveniente distancia entre la patología personal y la social, ya que la primera se estructura en base a factores culturales, pero también psicológicos, biológicos, lo que le confiere una diferencia respecto a la alienación colectiva. En el terreno de los trastornos infecciosos es donde la asimilación de lo personal y lo social es más peligrosa, pues puede llevar a una simplificación de la enfermedad bajo la cubierta del reduccionismo social. | es_ES |
dc.format.extent | 306 p. | es_ES |
dc.language.iso | es | es_ES |
dc.title | Estudio de las actitudes de los odonto-estomatólogos ante una nueva enfermedad infecto-contagiosa | es_ES |
dc.type | doctoral thesis | es_ES |
dc.subject.unesco | UNESCO::CIENCIAS MÉDICAS | es_ES |
dc.embargo.terms | 0 days | es_ES |