|
El cuerpo en la actualidad, no solo goza de un valor singular, sino que sus solicitudes y cuidados le han convertido en un verdadero objeto de culto. Objeto de culto, supervalorado, en diversos sentidos: cuerpo seductor, narcisista y estético. El cuerpo es considerado un elemento fruitivo de goce y belleza, que junto al placer de ser y tener propios facilita la relación social y cataloga en un estatus determinado. Se desarrolla y cultiva más en ámbitos no formales e informales de la educación, aunque por ser algo tan esencial al ser humano, no puede omitirse del todo en el currículum oficial, en el área de la Educación Física. El cuerpo y la educación son pues inseparables, la brecha de la separación está no en el cuerpo a educar, sino “qué” cuerpo educar. Ese cuerpo educando que encierra en sí la acepción más genuina de la conciencia íntima de nuestro cuerpo vivido, frente al cuerpo objetual (educable). Buscamos encontrar el fundamento de lo que se dice o se propone hacer, en nuestro caso respecto al valor cuerpo, por su presencia y por el cómo de tal presencia, es decir, si podemos encontrar entre los fines de la educación, o en los contenidos de una etapa, o como objetivo de una materia. Y por otro lado comparar esto con las imágenes que aparecen en los libros de Educación Física de Primaria.
|