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La presentación de situaciones de urgencia en los dispositivos de tratamiento de adicciones constituye una realidad relativamente frecuente.Aunque el papel del médico en el tratamiento de los trastornos adictivos se centra en intervenciones de desintoxicación y deshabituación, deberá contemplar la actuación en estas situaciones. Actuación que estará condicionada por las características del dispositivo asistencial en el que desarrolle su labor y que dependerá de los recursos disponibles y posibilidades de interconsulta.La intervención estará dirigida a prevenir-evitar la presentación de urgencias, identificarlas precozmente si ocurren, tratar lo tratable en situación de seguridad y proceder a la derivación informada al servicio de urgencias si la gravedad del caso lo aconseja.Desde un enfoque clínico, podemos agrupar las urgencias relacionadas con el consumo de alcohol:- Relacionadas con alcoholización crónica: Hepatitis y pancreatitis aguda, complicaciones hemorrágicas, descompensación cirrótica, complicaciones cardiovasculares, ACVA, Síndrome de Wernicke-Korsakoff.- Por abstinencia de alcohol: Síndromes de abstinencia, cuadros convulsivos.- Por consumo agudo de alcohol: Intoxicación etílica aguda, hipoglucemia.- Psiquiátricas por consumo de alcohol: Trastorno de ansiedad, psicóticos y afectivos.- Relacionadas con el tratamiento de la adicción: Reacción antabús, sobredosis, por fármacos, la recaída como urgencia, protección familiar, ingreso involuntario.El conocimiento de la clínica de estos cuadros permitirá su detección y tratamiento precoz. El adecuado manejo del síndrome de abstinencia prevendrá la precipitación de potenciales situaciones de urgencia. El correcto tratamiento de la patología orgánica de base facilitará el adecuado control del síndrome de abstinencia.En conclusión, la actuación del médico de adicciones en relación a las situaciones de urgencia será fundamentalmente preventiva.
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