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En las últimas décadas las técnicas de neuroimagen han contribuido en gran medida al estudio in vivo de los efectos neurobiológicos del consumo agudo y crónico de sustancias de abuso. El incremento en los últimos años del consumo de alcohol y cannabis, así como las graves consecuencias asociadas al consumo de opiáceos han contribuido al aumento del interés por estudiar los efectos de estas sustancias en el sistema nervioso central. Los objetivos de esta revisión son: (1) presentar los hallazgos más actualizados de neuroimagen en el estudio de los correlatos cerebrales del consumo de opiáceos, alcohol y cannabis, teniendo en cuenta: (i) la administración aguda de estas sustancias, (ii) el craving, y (iii) los efectos asociados al consumo crónico (2) discutir las implicaciones de estos hallazgos para una mejor comprensión de los procesos adictivos y su tratamiento. Los resultados sugieren que el consumo de estas tres drogas está asociado con alteraciones estructurales y funcionales en varias regiones del córtex frontal y el sistema límbico, con sutiles diferencias en la intensidad y extensión de estas alteraciones. A su vez, estas regiones muestran una mayor activación durante la inducción de estados de craving, y muestran alteraciones durante la neuroactivación mediante tareas cognitivas. Las alteraciones cerebrales observadas se han relacionado con síntomas clínicos, como la co-ocurrencia de trastornos psquiátricos, la intensidad del craving en condiciones naturales, o la probabilidad de recaídas. Por tanto, el uso de técnicas basadas en la modulación del funcionamiento cerebral puede contribuir a mejorar el tratamiento de estas adicciones.
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