Un monasterio de religiosos del Orden de S. Geronimo, en el Reyno de Portugàl, era tan infestado de Rayos, y Centellas, que se juntò la Comunidad para determinar despoblarle, y fundar en otra parte; y estando para executarlo, llegò un Angel (como se cree) en forma de Peregrino, y dandole al Portero la Oracion siguiente, se desapareciò; y haviendola puesto en la Torre, nunca volviò, à caer mas Rayo ni Centella, y en quantas partes se ha fixado se ha experimentado lo mismo.