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La infertilidad es un problema cada vez más presente en la sociedad actual, especialmente por razones sociales como por ejemplo la postergación de la maternidad por parte de las parejas y en Europa se calcula que afecta alrededor de a 15% de parejas en edad reproductiva.
Las causas de la infertilidad son muchas y pueden afectar a uno sólo de los miembros o a ambos, además su etiología es diversa y a veces es desconocida.
Las técnicas de reproducción asistida nacieron como consecuencia de estos problemas acuciantes y desde sus inicios han ido mejorando e innovando para mejorar cada vez más sus tasas de éxito.
El mayor éxito en estas técnicas radica en la investigación de los factores que intervienen con la metodología nueva que va surgiendo, como por ejemplo es el caso de la presente tesis en la que se estudia en concreto el factor masculino desde una perspectiva nueva a como se venía haciendo habitualmente.
La herramienta principal a la hora de evaluar la fertilidad de un varón es el espermiograma que consiste en el análisis de la concentración, movilidad y morfología de sus espermatozoides en el eyaculado. Este análisis es fácil, útil y económico y nos permite evaluar dicho potencial a “grosso modo”. La OMS tiene establecidos unos parámetros para definir si los hombres están dentro o fuera de la normalidad respecto al espermiograma, sin embargo, estar dentro de la normalidad no garantiza ser un hombre con un buen potencial fértil. En la presente tesis, se usa una nueva herramienta, como son los microarrays de expresión, para proporcionar más información de la que da un simple análisis de semen, sobre el potencial fértil de hombres que se someten a un tratamiento de reproducción asistida.
Con este objetivo en mente se recogieron de manera sistemática muestras de semen de pacientes infértiles que se sometían a diferentes tratamientos de reproducción asistida, entre ellas, inseminación artificial intrauterina (IAH), fecundación in vitro (FIV) e inyección intracitoplásmica de espermatozoide (ICSI) quedando algunas parejas embarazadas y otras no.
Para una estandarización máxima del factor femenino en el caso de las inseminaciones se escogieron parejas donde las mujeres no presentaban problemas aparentes de infertilidad y ellos eran normozospérmicos pero no conseguían tener descendencia. En el caso de FIVs e ICSIs se escogieron parejas que se acogieron al programa de ovodonación.
El programa de ovodonación consiste en que una donante joven y fértil dona ovocitos a parejas que no pueden tener hijos, de este modo el modelo estandarizada aún más el factor femenino.
Para cada tratamiento se recolectaron tanto muestras de pacientes que lograban una gestación frente (Grupo E) a muestras que no (Grupo NE) y se procedió a realizar un microrarray de expresión génica para cada uno de ellos.
Una vez hecho los microarrays de cada uno de los grupos para cada uno de los tratamientos descritos se observó que había una diferencia de expresión génica de algunos genes cuando se comparaban muestras que embarazaban frente aquellas que no para cada uno de los tratamiento.
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