La investigación plantea responder a una pregunta: a tenor de los indicios existentes en la Administración Local (clientelismo, corrupción) ¿por qué este nivel de gobierno no ha logrado consolidar un empleo público profesional? Con el armazón teórico del nuevo institucionalismo de las ciencias sociales, en especial su enfoque histórico y de elección racional (o analítico) se plantea como hipótesis la de que hay que indagar en los momentos formativos de este marco institucional, los años ochenta, periodo que constituyó una auténtica coyuntura crítica, en el que coincidieron diversas secuencias causales (reformas) y en donde arraigaron diversos modos de hacer que se han consolidado con el paso del tiempo, inerciales, en forma de rendimientos crecientes, para diversos actores que operan en el sistema. Los datos obtenidos corroboran esta hipótesis, ya que en el periodo 1984-1987 se adoptaron concretas decisiones que dieron lugar a tres procesos de dependencia de senda/trayectorias: en primer lugar, la precarización laboral. En segundo lugar, la característica politización en la adopción de decisiones en materia de personal. Finalmente, la sindicalización de las condiciones de empleo como rasgo de la política de personal. Estos procesos inerciales darán como resultado un marco institucional ineficaz, incapaz de sujetar la conducta de los actores que operan en el mismo a los fines públicos, que no garantiza una burocracia flexible y sobre todo, meritocrática.