|
En el siglo XVIII la preocupación por el mantenimiento de la salud a través de hátibos de vida correctos se difundió ampliamente en tratados pedagógicos, obras médicas de divulgación, literatura de creación, en particular novelas, y prensa periódica. Educación e higiene constituyeron parte inseparable de los proyectos del reformismo ilustrado, en los que reforma de la sociedad y reforma del individuo se conectaban estrechamente. En este artículo se analizan los principios compartidos por médicos y educadores acerca de la íntima relación entre mente y cuerpo, los vínculos entre salud moral y entre bienestar individual y utilidad colectiva, y se analizan el significado social y moral de las nuevas pautas de educación física y hábitos de salud. De ese modo, se interpreta el higienismo como una nueva disciplina del cuerpo que caló en el siglo XVIII entre las élites ilustradas, con amplias implicaciones sociales, morales y políticas.
|