El libro se divide en tres partes. En la primera, se reflexiona de forma filosófica y teórica sobre la posibilidad de representar de forma efectiva la experiencia de los campos de concentración, y se repasar las principales teorías y los principales debates en torno al problema de la representabilidad de la experiencias de violencia política. Se presta especial atención al concepto de biopolítica de Foucault y a las propuestas de Agamben y Wieviorka en torno a la figura del superviviente y el testimonio. En la segunda parte se analizan las políticas de memoria y representación de los campos campos de concentración (y de la violencia política en general), poniendo especial énfasis en el modo en que la postdictadura afrontó la gestión del dolor y la memoria de las víctimas y diseñó políticas de reparación. Se estudia con especial énfasis el lugar que los supervivientes y sus testimonios desempeñaron en todo ello. En tercer lugar, se analiza con detenimiento el testimonio de Hernán Valdés 'Tejas Verdes. Diario de un campo de concentración en Chile' (1974) uno de los testimonios más importantes de escrito por los supervivientes chilenos, y que presenta una serie de características textuales que lo hacen especialmente valioso para reflexionar sobre la violencia y su posible representación textual.