Las condiciones naturales y culturales han hecho que las tasas de erosión en España hayan sido consideradas como muy altas. La agricultura es una de las actividades que mayores pérdidas de suelo propicia al alterar el suelo, reducir la protección vegetal y favorecer arroyadas abundantes. Después de 20 años de estudios los datos aún son escasos, y no han sido revisados ni discutidos, pese a lo cual se han acuñado mitos respecto a la erosión en zonas cultivadas. La revisión bibliográfica ha demostrado que: (i) los datos disponibles son escasos; (ii) que las lagunas en los conocimientos actuales son muchas; (iii) que las tasas de erosión dependen extraordinariamente de la presencia o no de un evento extraordinario durante el periodo de estudio; (iv) que la disparidad en los tamaños de las parcelas utilizadas y los periodos de muestreo hace también difícil la comparación entre los datos de distintas investigaciones; y (v) que la USLE estima tasas de erosión superiores a las medidas en el campo. Aunque el volumen de datos publicados hasta el momento es escaso, y por ello debemos ser cautos a la hora de hacer afirmaciones, (vi) podemos decir que el mito de que la pérdida de suelo es mayor en la España semiárida que en la húmeda no se confirma. (A)