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El estudio del rector Vicente Blasco García (1735-1813) y las corrientes intelectuales en la crisis del Antiguo Régimen pretende desvelar la mentalidad, la biografía intelectual, y el alcance de su proyección social en la segunda mitad del Setecientos. La transcendencia del rector Blasco se justifica, al menos por tres razones. En primer lugar, por la implantación del plan de estudios en las aulas valencianas (Plan Blasco, 1787), considerado por muchos especialistas como la culminación de la trayectoria de la renovación científica iniciada por el movimiento novator; en segundo lugar, porque contó con los máximos apoyos del momento a lo largo de su vida; y en tercer lugar, porque aun cuando asumió los perfiles de los novatores y reconoció, asumió y divulgó la influencia de Gregorio Mayans, desde nuestro punto de vista, su trayectoria no consumó íntegramente las expectativas que se derivaban de dicho influjo porque su pertenencia al círculo bayeriano y la proximidad a la administración borbónica, le llevaron a poner sus conocimientos al servicio de los presupuestos de la monarquía: preceptor de Infantes reales (1768), canónigo de la catedral de Valencia (1780); rector vitalicio de la Universidad de Valencia (1784-1813).
El trabajo está dividido en dos bloques diferenciados. Una primera parte, denominada “Blasco y su tiempo (1735-1763)”, que trata de reconocer los pilares básicos en la formación de nuestro biografiado desde el análisis del contexto histórico. Abarcaría, diacrónicamente, desde sus años escolares, su etapa académica hasta la incorporación a la Orden militar de Montesa y los avatares por la gestión del bulario de la Orden, para mostrar los elementos que conectaron el panorama general de la segunda mitad del Setecientos, la situación universitaria y socioreligiosa del siglo que encuentra Blasco a la llegada a la universidad (determinante su adscripción a la escuela teológica tomista: Cristóbal Puig, José Pérez), con la que se desarrollaría durante el momento histórico en el que vivió. Una segunda parte, llamada “Las contribuciones de Blasco a su tiempo (1763-1813)”, que se enlazaría con el trienio de catedrático en las aulas universitarias valencianas y también con la influencia intelectual recibida por Gregorio Mayans, hasta el rectorado vitalicio de la Universidad, pasando por la figura clave de Francisco Pérez Bayer, fundamental en este andamiaje argumental, en tanto que el ambiente intelectual que respiró Vicente Blasco carecería de proyección alguna, sin la protección del hebraísta Bayer.
Pero un análisis riguroso nos exige una subdivisión explicativa de este bloque temático que pretende ser transparente enlazando, sincrónicamente, la biografía de nuestro protagonista durante los años 1763-1784, en primer lugar, por la docencia universitaria; y a continuación, el traslado a Madrid con motivo de las quejas del lugarteniente de la Orden y la edición del bulario montesiano, como punto referencial de su proyección social.
Finalmente, y en una visión de conjunto, se pretende mostrar las responsabilidades políticas (miembro Junta de Materias Eclesiásticas y de la Junta de Instrucción Pública) y la actitud que adoptó nuestro protagonista ante los sucesos revolucionarios de la Francia de 1789 y las vicisitudes ante las Cortes de Cádiz.
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