|
Presentamos en este trabajo nuestra experiencia acumulada en el tratamiento quirúrgico del neumotórax espontáneo primario mediante cirugía videotoracoscópica. Se ha elegido el neumotórax por tratarse de la patología benigna que, además de frecuente, ha sido la primera en beneficiarse de la VATS. Durante un periodo de dieciséis años (entre junio de 1994 y febrero de 2010) se realizaron 238 intervenciones por neumotórax espontáneo primario mediante VATS en 216 pacientes; en 115 procedimientos se escogió la abrasión pleural como método de pleurodesis, mientras que en 123 casos se llevó a cabo una técnica mixta consistente en pleurectomía apical combinada con abrasión del resto de la pleura parietal. A nivel del parénquima pulmonar, se realizó bullectomía mediante endosutura en el 95,7% (110 casos) del primer grupo de intervenciones y en el 88,6% (109 casos) del segundo, y en el resto de casos se realizó cuña atípica apical (p-valor= 0,05). El procedimiento empleado, previa anestesia general e intubación selectiva, ha sido el abordaje habitual con dos o tres incisiones a través de las que se introducía la óptica de la videocámara, instrumental endoscópico y autosuturas.
Se comparan los resultados entre ambos procedimientos de pleurodesis: abrasión pleural frente a la técnica mixta de pleurectomía apical más abrasión pleural.
La edad media es de 24,4±6,3 años en el grupo sometido a pleurodesis por abrasión pleural y de 25,07±5,7 años en el conjunto de enfermos sometidos a pleurectomía más abrasión pleural (p-valor= 0,26). Los dos grupos son homogéneos en cuanto a los antecedentes personales, número de neumotórax previos (1,3±0,8 en el grupo sometido a abrasión pleural y de 1,3±0,7 en el conjunto de procedimientos mixtos, p-valor= 0,93) y demás características preoperatorias.
La estancia media postoperatoria fue de 4,6±2,9 días en el grupo sometido a pleurodesis por abrasión y de 4,2±2,3 en los pacientes en los que se optó por la técnica mixta (p-valor= 0,81). El tiempo medio hasta la retirada del drenaje pleural fue de 3,6±2,3 días en el grupo sometido a abrasión y de 3,4±1,7 en los casos en que se aplicó por la técnica mixta (p-valor=0,70). La aparición de dolor rebelde a la pauta analgésica habitual fue superior en el grupo sometido a la técnica mixta (9,8%), frente al 2,6% de los casos en que se optó por la abrasión, siendo esta diferencia significativa (p-valor= 0,02). La incidencia de fuga aérea postoperatoria prolongada no mostró diferencias significativas entre ambos grupos (p-valor= 0,07). La presencia de hemotórax como principal y más severa complicación postoperatoria es ligeramente superior en el grupo de intervenciones realizadas mediante la técnica mixta, aunque no existen diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos. Al mes de la intervención, el 85,6% del grupo sometido a abrasión refería ausencia completa de dolor torácico, mientras que esta condición sólo se presentaba en el 58,2% del grupo sometido a la técnica mixta, siendo esta diferencia significativa (p-valor= 0,00). Se han producido recidivas ipsilaterales durante el seguimiento en el 8,1% de los casos intervenidos mediante abrasión (con un tiempo medio de seguimiento de 9,3±5,3 años), frente al 1,7% de los casos donde se optó por la técnica mixta (tiempo medio de seguimiento de 10,0±2,6 años), siendo esta diferencia estadísticamente significativa (p-valor = 0,02).
La técnica mixta supone una mejor alternativa terapeútica frente a la abrasión en el tratamiento quirúrgico de los pacientes con neumotórax espontáneo primario mediante abordaje VATS respecto a la prevención de las recurrencias, aunque se debe individualizar cada caso.
|