El análisis comparativos de la vida política existente en los distritos electorales de provincias tan dispares como Cáceres, Valencia y Barcelona permite introducir matices al modelo interpretativo en curso. Así, los movimientos huelguísticos, pongo por ejemplo, son significativos del tipo de entorno político en que se desarrollan las elecciones en Barcelona en 1902. Algunas provincias tienen auténticas campañas electorales, sembradas de manifiestos que reivindican un ideario o unos intereses materiales de índole diversa. El estudio electoral, y la vida política viene a mostrar que sí que hubo cambios relevantes en el sistema lo cual nos ayuda a comprender la crisis en que se vio sumido en la década de 1920. Crisis que viene propiciada por los cambios que se estaban operando en las elecciones y en la vida parlamentaria, con insubordinaciones al encasillado, con candidatos naturales de distrito propio y con un Parlamento que se hacía migajas en base a desacuerdos de las élites en los distritos rurales y en los distritos plurinominales de las capitales de provincia.