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La interpretación es una operación que aplicamos a una gran variedad de dominios. Interpretamos las proferencias de nuestros interlocutores, las acciones de nuestros congéneres, un texto legado por la historia, una obra de arte o una práctica ritual. Esta enumeración de fenómenos susceptibles de interpretación no pretende ser exhaustiva. Pero permite ver tres dimensiones de la interpretación que nos interesa subrayar: la lingüística, la psicológica y la cultural. Se trata, por lo demás, de tres dimensiones no carentes de relación. Pues la interpretación de las proferencias lingüísticas de alguien nos permite atribuirle ciertas creencias y en principio podemos ver en sus creencias, en la medida en que las comparta con otros indivíduos, un signo de su pertenencia a una determinada cultura.
Este trabajo comienza por exponer las consecuencias semánticas que algunos extraen de una situación de traducción o interpretación radical, así como las conclusiones anti-relativistas que primero Quine, y después Davidson, han sacado de semejantes consecuencias. Como colofón de las directrices quineano-davidsonianas de la interpretación lingüística se bosqueja el modelo de interpretación cultural que M. Hollis ha elaborado inspirándose en ellas.
Por otra parte, los presupuestos fundamentales de esta corriente de pensamiento no han contado con un asentimiento católico ni aún en el seno de la tradición analítica. Los que de una manera u otra se han inspirado en el segundo Wittgenstein, prestando más atención a la dimensión pragmática del lenguaje, se han negado a conceder la prioridad que Quine y Davidson otorgan al uso descriptivo del mismo en el proceso de interpretación. Así, seguidores de Wittgenstein como Peter Winch han esbozado una concepción alternativa de la interpretación cultural, respaldada en una concepción diferente del significado lingüístico. Por último, se abordan las concepciones de H.G. Gadamer y de P. Ricoeur como representantes de la tradición filosófica que aúna fenomenología y hermenéutica. Sus puntos de vista sobre la interpretación textual y sus aplicaciones al ámbito más general de la acción social constituyen un contrapunto adecuado a las teorías de tradición analítica expuestas en los apartados anteriores.
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