La renovación de la historiografía española se inició en el primer tercio del siglo XX y en los años cuarenta sufrió un enorme retroceso, que a duras penas fue superado en la década siguiente gracias a unos pocos historiadores: Vicens, Artola, Jover, Maravall y más tarde Tuñón de Lara. El desarrollo a partir de la década de los sesenta recibió la influencia de la historia económica y social de Annales y del marxismo, al plantear de otro modo a como lo había hecho antes la historiografía el problema del atraso de España. A medida que en Francia el predominio de la historia económica y social dejó paso a la nueva historia de las mentalidades, entre los historiadores españoles también se hizo patente la crítica al "modelo Braudel". Más tarde, en las últimas décadas del siglo XX, la historiografía española dejó de mirar preferentemente a Francia como lo había hecho durante la mayor parte de... [Llegir més ...]