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Cutillas Marco, Eugenia
Morales Suárez-Varela, María M. (dir.); Marquina Vila, Amparo (dir.); Vilata Corell, Juan José (dir.) Departament de Medicina |
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Aquest document és un/a tesi, creat/da en: 2014 | |
INTRODUCCIÓN: La fuente más importante de vitamina D es la exposición de la piel a la radiación ultravioleta. Se han encontrado niveles bajos de vitamina D en pacientes con enfermedades autoinmunes, incluyendo diabetes tipo I, artritis reumatoide, esclerosis múltiple y lupus eritematoso sistémico. El lupus eritematoso cutáneo (LEC) se exacerba por la exposición solar y no existen estudios sobre prevalencia del déficit de vitamina D en los pacientes con LEC.
Asimismo, se ha encontrado relación entre los niveles bajos de vitamina D y la prevalencia de enfermedades cardiovasculares. Esta asociación podría deberse a una relación entre los niveles de vitamina D y de lípidos en sangre. Llevamos a cabo este estudio con el objetivo de conocer los niveles de vitamina D en pacientes con LEC, compararlos con los de la población general, identificar aquellos factores que se asocian al déficit de...
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INTRODUCCIÓN: La fuente más importante de vitamina D es la exposición de la piel a la radiación ultravioleta. Se han encontrado niveles bajos de vitamina D en pacientes con enfermedades autoinmunes, incluyendo diabetes tipo I, artritis reumatoide, esclerosis múltiple y lupus eritematoso sistémico. El lupus eritematoso cutáneo (LEC) se exacerba por la exposición solar y no existen estudios sobre prevalencia del déficit de vitamina D en los pacientes con LEC.
Asimismo, se ha encontrado relación entre los niveles bajos de vitamina D y la prevalencia de enfermedades cardiovasculares. Esta asociación podría deberse a una relación entre los niveles de vitamina D y de lípidos en sangre. Llevamos a cabo este estudio con el objetivo de conocer los niveles de vitamina D en pacientes con LEC, compararlos con los de la población general, identificar aquellos factores que se asocian al déficit de esta vitamina y estudiar si la corrección de los niveles insuficientes de vitamina D se relaciona con la mejoría en la gravedad de la enfermedad. Además, valoramos la relación entre niveles de vitamina D y colesterol en población general y la relación con el tratamiento con estatinas.
MATERIAL Y MÉTODOS: Llevamos a cabo varios estudios en el Departamento de Salud Valencia-Doctor Peset: Inicialmente hicimos un estudio transversal con población sana y medimos sus niveles de 25-hidroxi-vitamina D [25(OH)D], parathormona y lípidos. Todas las determinaciones analíticas se llevaron a cabo en verano. Recogimos datos sobre variables epidemiológicas, antropométricas e historia clínica. Al mismo tiempo, hicimos lo propio con participantes afectos de LEC, a los que recogimos además datos sobre el estado de su enfermedad. Comparamos los resultados obtenidos en participantes con LEC con los de controles sanos apareados por edad y sexo. Ofrecimos tratamiento con suplementos de vitamina D a aquellos participantes con LEC que no alcanzaban los niveles recomendados de esta vitamina. Un año después volvimos a medir los niveles de 25(OH)D a los participantes con LEC que recibieron los suplementos de vitamina D y valoramos de nuevo el estado de su enfermedad para compararlo con el estado antes del inicio del tratamiento con vitamina D y con la evolución que llevó el LEC en aquellos pacientes que no recibieron suplementos de vitamina D.
RESULTADOS: Constatamos que la prevalencia del déficit e insuficiencia de vitamina D en población general es alta, situándose en torno al 66% de la población. Estos datos son similares a los publicados en población cordobesa y asturiana. El tabaquismo activo y la edad avanzada se asoció a niveles más bajos de 25(OH)D. Aquellos individuos que pasaban más de 1 hora al día en el exterior presentaron niveles más altos de 25(OH)D. Los niveles de 25(OH)D se correlacionaron negativamente con los de colesterol total (p=0.01) y LDL colesterol (p=0.04). El tratamiento con estatinas se asocia a niveles más altos de 25(OH)D (p=0.04). La presencia de LEC aumentó el riesgo de presentar déficit de vitamina D (OR 3.47, IC95% 1.79-6.69). Después de un año de tratamiento, los marcadores de gravedad del LEC mejoraron en el grupo que recibió tratamiento correctivo de su insuficiencia de vitamina D, tanto en el CLASI como en la valoración del paciente.
CONCLUSIONES: Llegamos a la conclusión de que los pacientes con LEC tienen mayor riesgo de insuficiencia de vitamina D que los individuos sanos. Los niveles de vitamina D son más bajos en fumadores, en individuos de mayor edad y aquellos con niveles más altos de colesterol. Corregir los niveles de vitamina D en pacientes con LEC se asocia a mejoría de la enfermedad.INTRODUCTION: The most important source of vitamin D is synthesis in the skin during exposition to ultraviolet radiation. Low vitamin D levels have been found in patients with autoimmune diseases, including type I diabetes, rheumatoid arthritis, multiple sclerosis and systemic lupus erythematosus. The same solar radiation is known to exacerbate cutaneous lupus erythematosus (CLE). Moreover, low vitamin D levels have been associated to cardiovascular diseases. A possible relation between lipids and 25(OH)D might explain this association. We performed this study to assess vitamin D status in patients with CLE, compare it to healthy general population, identify those factors associated to vitamin D deficiency and determine whether vitamin D repletion is associated with an improvement in severity scores in patients with CLE.
Furthermore, we investigated the association between vitamin D and cholesterol levels and the influence of the treatment with statins in this association.
MATERIAL AND METHODS: We undertook a few studies in the Health Department Valencia-Doctor Peset. Initially, we conducted a cross sectional study with healthy population to measure blood levels of 25-hydroxy-vitamin D [25(OH)D], parathyroid hormone and lipids. All the blood tests were performed in summer. We collected data about demographic and anthropometric profiles as well as their medical history. We did the same with CLE-participants, who were asked about the status of their disease. We compared our results in CLE-participants with age and sex matched controls. We prescribed vitamin D supplements to those CLE-participants with vitamin D insufficiency. After one year, we measured vitamin D levels to CLE-participants who had taken vitamin D supplements and reassessed CLE status to compare it to CLE status before the treatment and the course of the disease in CLE-participants who did not receive vitamin D supplements.
RESULTS: We observed that prevalence of vitamin D deficiency and insufficiency in healthy population, at about 66%, is high. Our data are similar to other studies in Cordoba and Asturias. Smoking habit and increasing age were associated to lower vitamin D levels. Those participants who spent more than 1 hour per day outdoors have higher vitamin D levels. We found a negative correlation between 25(OH)D and total cholesterol (p=0.01) and LDL-cholesterol levels (p=0.04).
Treatment with statins is associated with higher 25(OH)D levels (p=0.04). Presence of CLE raised the odds of having vitamin D deficiency (OR 3.47, 95%CI 1.79-6.69). After vitamin D replacement, severity scores (CLASI and patient’s assessment) improved in CLE-participants.
CONCLUSIONS: We came to the conclusion that CLE-participants have higher risk of vitamin D insufficiency than healthy controls. Vitamin D levels are lower in smokers, older people and those with higher cholesterol levels. Vitamin D replacement in CLE-participants is associated with an improvement of their disease.
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