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El mojón fundacional del problema que aquí y ahora nos interesa estudiar, esto es, el libro de Edward Burnett Tylor Primitive Culture, que se publicó en Londres en dos volúmenes el año 1871 OYLOR, E.B. Cultura primitiva. I Los Orígenes de la cultura. II La Religión en la cultura primitiva. Traducción castellana de Marcial Suárez. Madrid, Ayuso. 1977 y 1981, respectivamente). supera con creces con sus más de 850 páginas el panorama que puede abarcarse en uno conferencia. Sus grandes aportes a la teoría de la cultura y a la constitución del discurso antropológico como ciencia empírica, aunque son de enorme importancia, tendremos que aplazarlas para nuevas oportunidades. El libro del sabio inglés,redactado con clara conciencia de su objeto de estudio - cultura - y del método que hay que aplicarle - la comparación sistemática de los datos etnográficos procedentes de sociedades de todo el planeta -, contiene una filosofia de la ciencia muy explícita, que, a la vez que propone el evolucionismo sociocultural, tiene como objetivo desmontar acienlificas concepciones alternativas de notoria incidencia social por aquel entonces, a mediados del siglo XIX, como, las doctrinas degeneracionistas y degradacionistas, las cuales se alejaban de la objetividad y la universalidad del discurso científico al par1ir de premisos sobrenaturalislas que imposibilitaban el nacimiento de una genuina ciencia de la cultura que mereciese respecto académico. Hemos de ser seleclívos incluso en lo que respecta a la antropología de la religión. La teoría tyloriana sobre esta temática a menudo ha estado reducida a una construcción muy ingeniosa sobre la típica cuestión decimonónica que se concentro obsesivarnente en el problema de los orígenes de la religión, esto es, en la pregunta sobre cual fue la religión primera y más elemental de la humanidad, hipótesis lyloriana que se conoce con el nombre de animismo. Puesto que no podemos evitar su exposición, presentamos en lo que sigue una breve síntesis de sus rasgos estructurales.
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