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Las lesiones de los accidentes de tráfico y la siniestralidad vial, con sus crecientes cifras y su incidencia diferencial en grupos de edad y género constituyen para la OMS un problema de salud pública de grandes magnitudes en los países industriales, tanto en términos de mortalidad como en términos de secuelas y dependencia. Este crecimiento convertirá los accidentes de tráfico en la quinta causa mundial de muerte. Los politraumatismos secundarios a accidentes de tráfico, laborales o por otra causa, suponen en España la tercera causa de muerte global tras las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, y la primera causa de muerte en menores de 30 años, siendo la principal causa de años de vida perdidos en las sociedades industrializadas.
Asimismo, pese a su alta morbilidad y mortalidad y elevado coste económico (se calculan unos costes de (1,7% del PIB del País), constituye un verdadero problema de salud pública que podría ser considerado como una epidemia en los países industrializados.
Más del 70% de las víctimas eran del sexo masculino con edades comprendidas entre los 10 y 39 años. La mayoría se accidentó en la tarde y noche, el accidente más frecuente fue la colisión vehículo/vehículo y la motocicleta fue el principal vehículo envuelto en los accidentes con víctimas Es necesario destacar.
Un proceso que puede definirse, estudiarse y explicarse, lo hemos dicho ya, al menos desde cuatro puntos de vista: el físico, el tecnológico, el jurídico, y el psicosocial. El tráfico, en definitiva, es un ejemplo más de convivencia psicosocial reglada, donde TODOS hemos de poner de manifiesto actitudes, competencias, conocimientos y valores. Por ello, es el ser humano, como entidad biopsicosocial, en su integridad quien participa en las situaciones viales.
Todos los estudios de investigaciones coinciden en que el alcohol y otras drogas son factores determinantes en la generación de siniestros. Su combinación con la conducción es letal, ya que las capacidades psicofísicas de los conductores se ven significativamente alteradas, ocasionando así un gravísimo peligro para ellos mismos y para los demás usuarios de las vías públicas.
No caben dudas en lo referentes a los principales factores causales de muertes en las carreteras, el consumo de sustancias psicoactivas y la velocidad inadecuada, con las distracciones ocupan el macabro podio.
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