|
The meniscus healing capacity is obstructed by its poor vascular supply, therefore various proposed techniques enhance vascularity. One of the options is to make a transverse incision to connect the tear with the periphery of the meniscus. Twenty-four mature sheep were operated on making a longitudinal incision in the red-white zone of the medial meniscus. A transverse incision was made connecting the tear with the periphery and then the tear was sutured. Specimens were harvested at 3, 6, 12, 26, 32 and 52 weeks, four animals at each time period. Laboratory analysis included light microscopy, collagen type II content measurement, and absorption spectrophotometry for glicosamin-glycanes. Meniscus healing was incomplete in 91% of the cases at the anterior arm of the tear and in 81% at the posterior arm. At early stages the scar was rich in type II collagen but decreased with time until the levels of a normal meniscus. Glicosamin-glycane content increased to two fold the level of a normal meniscus. Histology did not confirm the good results observed by arthroscopy after meniscal repair.Las características vasculares del menisco dificultan la cicatrización en las zonas más internas. Para su reconstrucción es necesario realizar técnicas que aumenten el aporte vascular a esa zona. Una de las técnicas propuestas es conectar la lesión interna con la zona periférica vascular a través de incisiones transversales. En 24 ovejas adultas de raza merina se realizaron incisiones longitudinales en la zona "rojo-blanca" del menisco interno, completándolos con un trazo transversal comunicado con el paramenisco, procediendo posteriormente a la sutura. Los animales fueron sacrificados a las 3, 6, 12, 26, 32 y 52 semanas, cuatro animales en cada periodo de tiempo. Los meniscos fueron extraídos al sacrificio y estudiados con microscopia óptica, técnicas de inmunohistoquimia para la colágena tipo II, y espectometría de absorción para glicosominoglicanos. La cicatrización fue incompleta en el 91% de los casos en la vertiente anterior de la herida y en el 81% de los casos en la vertiente posterior. La cicatriz inicial era rica en colágeno II, disminuyendo progresivamente hasta los mismos niveles del tejido meniscal normal. Los glicosominoglicanos aumentaron progresivamente en la cicatriz hasta duplicar los niveles del menisco normal. El estudio histológico de la cicatrización de la rotura meniscal no confirmaron los aparentes buenos resultados observados en artroscopia.
|