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dc.contributor.author | Fernández Hernández, O. | es |
dc.contributor.author | Sánchez Herráez, S. | es |
dc.contributor.author | González-Arabio Sandoval, D. | es |
dc.contributor.author | Sánchez Lázaro, Jaime | es |
dc.contributor.author | Lozano Muñoz, A. I. | es |
dc.date.accessioned | 2014-12-09T11:45:53Z | |
dc.date.available | 2014-12-09T11:45:53Z | |
dc.date.issued | 2006 | es |
dc.identifier.citation | Fernández Hernández, O. ; Sánchez Herráez. S, ; González-Arabio Sandoval, D. ; Sánchez Lázaro, Jaime ; Lozano Muñoz, AI.. Deformación plástica del antebrazo: revisión y caso clínico. En: Revista española de cirugía osteoarticular, 2006, Volumen 41, Número 227: 131-136 | es |
dc.identifier.uri | http://hdl.handle.net/10550/40675 | |
dc.description.abstract | Plastic bowing of a bone is a rare entity that some- times goes unnoticed. It’s a typical injury in children, who have more elastic bones than adults. Most of the plastic bowing of the forearm take place by falls with an outstretched arm, causing deformities, pain and a limitation of pronation and supination. In order to reduce the curvature of the bone, opposing forces to those that produced the injury are needed, maintained for a long time. In children younger than 4 years, with an enormous remodelling capacity, only great deformi- ties >20º should be reduced. For those older than 10 years, with little remodelling capacity, angulations >10-15º must be manipulated. The greatest complication derived from a bad reduction is the limitation of the pronation and supination, which in most cases does not modify the functionality of the extremity. | en_US |
dc.description.abstract | La deformidad plástica de un hueso es una rara entidad, que en ocasiones pasa desapercibida. Se trata de una lesión típica del niño, con un hueso más elástico que los adultos. La mayoría de las deformidades plásticas del antebrazo se producen por caídas con el brazo en extensión, causando deformidad, dolor y una limitación de la pronosupinación. Para reducir la curvatura del hueso se precisan fuerzas contrarias a las que produjeron la lesión, mantenidas en el tiempo. En niños menores de 4 años, con enorme capacidad de remodelación, sólo grandes deformidades >20º deberían ser reducidas. En los mayores de 10 años, con escaso potencial remodelador, deben manipularse aquellas angulaciones >10-15º. La mayor complicación derivada de una mala reducción es la limitación de la pronosupinación, que en la mayoría de las ocasiones no altera la funcionalidad de la extremidad. | es |
dc.subject | Medicina clínica | es |
dc.subject | Ciencias de la salud | es |
dc.title | Deformación plástica del antebrazo: revisión y caso clínico | es |
dc.type | journal article | es_ES |
dc.subject.unesco | UNESCO::CIENCIAS MÉDICAS | es |
dc.type.hasVersion | VoR | es_ES |