El problema del uso y/o abuso de drogas afecta a todos los niveles sociales independientemente del género y/o de la raza. Este es uno de los retos planteados en la agenda social de las sociedades avanzadas. El contacto con las drogas, por regla general, suele iniciarse en la adolescencia o a principios de la edad adulta siendo importante y necesario abordar terapéuticamente este periodo. Si conseguimos motivar un cambio actitudinal en el/la adolescente/joven, aumentarán las probabilidades de que no desarrolle trastornos por abuso de sustancias. En este contexto, uno de los objetivos del presente trabajo de investigación va dirigido a ayudar a los familiares (principalmente padres y madres) de adolescentes/jóvenes que presentan problemas de adicción a drogas, a comprender las variables que inciden en el consumo de drogas por parte de sus hijos/as. El programa de intervención consiste en enseñar habilidades de afrontamiento a progenitores con hijos/as consumidores/as de drogas que les permitan manejar y afrontar de forma más constructiva el problema de sus hijos/as, mejorando en variables psicológicas como autoestima (medida con el cuestionario de Rosenberg), depresión (medida con el cuestionario BDI-II), ansiedad (medida con el cuestionario STAI) e ira (medida con el cuestionario STAXI-2) y en variables familiares como conflicto y cohesión (ambas medidas con la Escala de Clima Social en la familia del Moos). Estas mejoras hacen que aumente la probabilidad de que el hijo/a consumidor/a decida iniciar un tratamiento que le ayude a abandonar el consumo de drogas. Para ello, contamos con 50 padres y madres que se repartieron en dos grupos de 25 participantes cada uno de ellos. Uno compuesto por padres y madres cuyos hijos/as presentaban problemas serios relacionados con el consumo de drogas (grupo experimental). Otro compuesto por padres y madres, cuyos hijos/as no presentan problemas de consumo de sustancias (grupo control). Con la citada finalidad, se adaptó el programa de intervención familiar denominado: Community Reinforcement and Family Training o CRAFT, desarrollado por Smith y Meyers en 2004 a población española. Este programa está estructurado en diez sesiones grupales de noventa minutos de duración cada una de ellas, con una frecuencia semanal. Los resultados obtenidos en el estudio son prometedores y animan a continuar investigando, tanto para los padres y madres, por las mejoras que experimentan en variables psicológicas tan importantes como la autoestima, depresión e ira estado acercándose sus puntuaciones a las obtenidas en las mismas variables del grupo control, como por sus hijos/as adolescentes/jóvenes consumidores de drogas ya que de los 25, 15 de ellos (el 60%) contactaron con un recurso especializado (UCA o UPCCA) con el objeto de iniciar tratamiento.The problem of recreational use and drug addiction affects all levels of society regardless of gender and or race. This is one of the challenges raised in the social agenda of the advanced societies. Contact with drugs generally begins in the adolescence or early adulthood years, therefor being therapeutically important and necessary to address this period. lf we manage to motivate an attitudinal change in adolescents or young adults, this will help to increase the chance of not developing substance abuse disorders. In this context, one of the objectives of this research work is aimed at helping families (primarily parents) with teenagers or young adults with drug addiction problems, to understand the variables that affect drug use by their sons or daughters. This aid is to teach parents certain psychological tools to manage the problem constructively, improving psychological variable as self-esteem (measured with the Rosenberg questionnaire), anxiety (measured with the STAI questionnaire), depression (measured with the BDI-II questionnaire), anger (measured with the STAXI-2 questionnaire) and variables such as family conflict and cohesion (measured both of them with the Social Climate Family Scale of Moos). These improvements also increase the probability that the child consumer decides to start treatment to help stop consuming drugs. For this, we featured 50 parents who were divided into two groups of 25 participants. One group was composed with parents whose children had serious problems related to drug use (experimental group). The other group was composed with parents whose children do not have problems with substance use (control group). For this purpose the program about family intervention called: Community Reinforcement and Family Training or CRAFT, developed by Smith and Meyers in 2004, was adapted to the Spanish population. This program is structured in ten group sessions of ninety minutes each, and is on a week frequency. The results of the study are promising and encourage further research. Both fathers and mothers, by experiencing improvements in psychological variables as important as self-esteem, depression, and state anger, increases their score to those obtained in the same variable in the control group. As for their teenage/young adult sons or daughters, (60%) 15 out of 25 of them, contacted a specialized resource (UCA or UPCCA) for the purpose of initiating treatment.