|
En esta investigación se analizan los valores de los adolescentes de nuestro tiempo desde un marco teórico que fundamenta los profundos cambios evolutivos que acontecen en la transición adolescente, enmarcados en el paradigma de la postmodernidad. El objetivo de este estudio es dilucidar cuáles son los valores que priorizan los adolescentes a la hora de elegir a sus coetáneos, al tiempo que se cuestiona la homogeneidad que se les adjudica a los adolescentes como grupo. Por este motivo, y en el entendido de que el contexto escolar es uno de los ámbitos privilegiados donde los adolescentes y las adolescentes encuentran modelos de coetáneos, se realiza este estudio con adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 15 años en cinco Centros educativos con diferente titularidad. Se realiza un estudio exploratorio con un diseño descriptivo, transversal y correlacional, y se emplea una metodología mixta. Según los resultados obtenidos podemos concluir que para el colectivo de adolescentes que ha participado en esta investigación las “conductas pro-sociales” se convierten un “valor” relevante a la hora de buscar modelos con los cuales identificarse, conductas que deben ir acompañadas de “aspectos académicos positivos” y de “habilidades sociales personales”. Quienes reúnen estas cualidades se erigen como modelos para sus coetáneos. Se constata también la heterogeneidad de mundos adolescentes, que se plasma en la consolidación de diferentes dimensiones como prioritarias en los distintos Centros educativos, evidenciando que no todos los adolescentes valoran por igual los mismos aspectos. También pudo corroborarse que las escalas valorativas obtenidas en los distintos Centros se relacionan con los valores que se pretenden propugnar. Al mismo tiempo, se manifiestan en este estudio las vicisitudes generadas por los nuevos modelos de ser “hombre” o “mujer” en la sociedad contemporánea. Ha podido constatarse que aunque las atribuciones de valores que se realizan para chicas y chicos son cada vez más igualitarias, en este momento histórico, las atribuciones de valores desde una perspectiva más tradicional, acorde a los estereotipos de género, parecen estar conviviendo con un nuevo paradigma de roles de género que aún está en construcción.
|