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Therapies currently implemented for obesity are focused on nutritional aspects and on physical activity. In order to make physical activity a positive therapy instead of triggering disabilities it is relevant to accurately assess cardiovascular fitness. Objective: To assess the cardiovascular fitness by measuring the peak oxygen consumption and to asses their relationship with classical cardiometabolic parameters. Methods: A modified Balke protocol was applied to one hundred and twenty-six Caucasians (60% males),ranging between 9 and 16 years old, who underwent an assessment of obesity. The non-obese group consisted of healthy age and sex matched subjects who were invited to participate from the general population. Results: Significant differences in consumption of oxygen peak between non-obese and obese individuals were observed. In contrast, no significant differences existed between the categories of obesity. Furthermore in obese subjects consumption of oxygen peak was inversely correlated with parameters of cardiometabolic risk,particularly insulin and HOMA index. In addition, two predictive equations of consumption of oxygen peak, with an R2 of 0.74 and 0.84, respectively, have been developed. Conclusion: The consumption of oxygen peak is a relevant clinical parameter that should be included in the routine clinical assessment of obese subjects. Therefore, it is crucial to make exercise tests more affordable which can be achieved by employing predictive equations Las terapias que se implantan actualmente para la obesidad se centran en los aspectos nutricionales y sobre la actividad física. Con el fin de hacer que la actividad física sea una terapia positiva en vez de un desencadenador de discapacidades, es relevante evaluar de forma precisa el entrenamiento cardiovascular. Objetivo: evaluar el entrenamiento cardiovascular midiendo el consumo máximo de oxígeno y evaluar su relación con los parámetros cardiometabólicos clásicos. Métodos: se aplicó el protocolo modificado de Balke a 126 individuos caucásicos (60 % de varones), con edades entre 9 y 16 años, que se sometieron a una evaluación de obesidad. El grupo de no obesos consistía de individuos sanos, de la población general, emparejados por edad y sexo y a los que se les invitó a participar. Resultados: se observaron diferencias significativas en el consumo máximo de oxígeno entre los indiviudos obesos y no obesos. Por contra, no existían diferencias significativas entre las categorías de obesidad. Además, en los sujetos obesos, el consumo máximo de oxígeno se correlacionó de forma inversa con los parámetros de riesgo cardiometabólico, particularmente con la insulina y el índice HOMA. Además, se han desarrollado dos ecuaciones predictivas del consumo máximo de oxígeno con una R2 de 0,74 y de 0,84, respectivamente. Conclusión: el consumo máximo de oxígeno es un parámetro clínico relevante que debería incluirse en la evaluación clínica rutinaria de los sujetos obesos. Por lo tanto, es crucial hacer que las pruebas de esfuerzo sean más asequibles, que puedan alcanzarse empleando las ecuaciones predictivas.
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