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Palacios Sánchez, Vicente
Font Bisier, Enrique (dir.); Márquez Martínez de Orense, Rafael Ignacio (dir.) Facultat de Ciències Biològiques |
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Aquest document és un/a tesi, creat/da en: 2015 | |
PARTE I. COMUNICACIÓN ACÚSTICA EN EL LOBO IBÉRICO
El lobo (Canis lupus) es un carnívoro social cuya unidad básica de organización social es la manada, formada básicamente por una pareja reproductora y sus descendientes de varios años (Mech 1970, 1999). El número medio de lobos que integra una manada (tamaño de grupo) oscila entre 3 y 11 individuos (Fuller et al., 2003) y, en condiciones naturales, depende en gran medida de la disponibilidad de alimento (Mech & Boitani, 2003).
Uno de los comportamientos más característicos y llamativos de los lobos es la emisión de aullidos para comunicarse a largas distancias. Quizá por este motivo la comunicación acústica de los lobos ha sido objeto de estudio en un número considerable de publicaciones. En estos estudios se han analizado, entre otros, el repertorio vocal de los lobos (Schassburguer, 1993), la ontogenia de las vocalizaciones (Coscia,...
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PARTE I. COMUNICACIÓN ACÚSTICA EN EL LOBO IBÉRICO
El lobo (Canis lupus) es un carnívoro social cuya unidad básica de organización social es la manada, formada básicamente por una pareja reproductora y sus descendientes de varios años (Mech 1970, 1999). El número medio de lobos que integra una manada (tamaño de grupo) oscila entre 3 y 11 individuos (Fuller et al., 2003) y, en condiciones naturales, depende en gran medida de la disponibilidad de alimento (Mech & Boitani, 2003).
Uno de los comportamientos más característicos y llamativos de los lobos es la emisión de aullidos para comunicarse a largas distancias. Quizá por este motivo la comunicación acústica de los lobos ha sido objeto de estudio en un número considerable de publicaciones. En estos estudios se han analizado, entre otros, el repertorio vocal de los lobos (Schassburguer, 1993), la ontogenia de las vocalizaciones (Coscia, 1995), características individuales de los aullidos (Theberge & Falls, 1967; Tooze et al., 1990), la importancia de los aullidos en el mantenimiento del territorio (Harrington & Mech, 1978b), y la estructura acústica de los coros de aullidos (Harrington, 1989).
Sin embargo, la mayor parte de estos trabajos han sido realizados con lobos de Norteamérica. En la Península Ibérica vive la población de lobos más numerosa de Europa Occidental. Esta población ha permanecido aislada del resto de los lobos europeos durante más de un siglo (Vilá, 1993). Algunos autores han propuesto la pertenencia de esta población a la subespecie Canis lupus signatus, en función de características morfológicas (Vilá, 1993). En este estudio se describen, por primera vez, las señales acústicas que emiten los lobos ibéricos, lobos que presentan unas características morfológicas (y quizá también genéticas) propias y que viven en hábitats distintos a los de los lobos norteamericanos, con un mayor grado de antropización (Boitani, 2000). Además estudiamos el papel de los aullidos en el reconocimiento individual.
Repertorio de vocalizaciones utilizadas en la comunicación a corta distancia
Además de los aullidos (vocalizaciones para la comunicación a largas distancias), los lobos ibéricos emiten distintas vocalizaciones que les permiten comunicarse a corta distancia. Hemos descrito el repertorio vocal del lobo ibérico para la comunicación a corta distancia en base al análisis de 678 vocalizaciones emitidas por 29 lobos ibéricos. Los lobos emiten sonidos con estructura acústica ruidosa (energía distribuida en una amplia franja de frecuencias), armónica (energía distribuida en una estrecha franja de frecuencias y sus armónicos o múltiplos enteros) y sonidos no vocales (producidos por otros mecanismos distintos a la vibración de las cuerdas vocales). En total identificamos 14 clases diferentes de vocalizaciones, 12 vocales y las otras dos no vocales:
1 Sonidos con estructura acústica ruidosa: ladridos (bark-like)
1.1 Woofs, son los ladridos más cortos (0.12 ± 0.06 s), con la energía acústica concentrada entre los 170-1400 Hz. Los lobos ibéricos estudiados emitieron woofs en interacciones lobo-hombre. Estos sonidos supuestamente actúan como señal de alarma, alertando al resto de los componentes de la manada de algún peligro/perturbación.
1.2 Agonistic barks, ladridos con una duración de 0.15 ± 0.05 s, con la energía acústica concentrada entre los 500-1900 Hz. Se registraron este tipo de ladridos en contextos agonísticos, emitidos por el individuo que mostraba comportamientos de dominancia y en interacciones lobo-hombre, ante una persona situada junto a la valla del recinto.
1.3 Disturbance barks, ladridos de 0.19 ± 0.05 s de duración. Son los ladridos que presentan estructura acústica más armónica, con la frecuencia fundamental alrededor de 450 Hz. Este tipo de ladridos sólo se registró al aproximarse una persona a lobos salvajes capturados en trampas (capturas en vivo en el marco de proyectos de investigación). A diferencia de los agonistic barks, cuando las personas se aproximaban al lobo, éste exhibía también comportamientos de huida.
2 Sonidos con estructura acústica ruidosa: gruñidos (growl-like)
2.1 Growls, gruñidos producidos durante largas exhalaciones. Son vocalizaciones de duración variable (desde décimas de segundo hasta varios segundos) y frecuencias dominantes alrededor de 500 Hz (energía acústica concentrada entre 146 y 994 Hz). Los lobos objeto de estudio emitieron growls en todos los contextos definidos, usualmente asociados a comportamientos de amenaza, dominancia y al juego.
2.2 Snarls, son también gruñidos que se producen durante largas exhalaciones. La única diferencia entre growls y snarls es el rango de frecuencias que abarcan: tanto la frecuencia mínima como la máxima es menor en los growls (el rango de frecuencias de los snarls abarca entre 229 y 1350 Hz). También se grabaron snarls en todos los contextos definidos, asociados a comportamientos de amenaza, dominancia y juego.
2.3 Short exhalations. Además de los gruñidos producidos durante largas exhalaciones, hemos definido dos tipos de gruñidos emitidos durante cortos pulsos de exhalaciones consecutivas. Los gruñidos incluidos en el primer tipo, short exhalations, fueron emitidos 1) en interacciones sociales durante el juego entre la pareja reproductora, y 2) en interacciones lobo-hombre hacia personas acercándose al recinto. Son gruñidos cortos (0.33 ± 0.24 s) con la energía concentrada entre los 400 y 1800 Hz.
2.4 Courtship growls. El otro tipo de gruñidos cortos emitidos en pulsos son los courtship growls, emitidos por individuos de ambos sexos durante el cortejo. Son algo más largos que los short exhalations (0.73 ± 0.47 s) y concentran la energía acústica entre los 200 y los 1800 Hz.
3 Sonidos con estructura acústica armónica: gemidos (whine-like)
3.1 Whines, son sonidos armónicos con una duración desde décimas de segundo a un segundo, valores medios de la frecuencia fundamental alrededor de 500-600 Hz y emitidos en todos los contextos sociales, relacionados con comportamientos de sumisión. Los gemidos en ocasiones presentan dos frecuencias fundamentales: sonido tonal (frecuencias fundamentales alrededor de 500 Hz) y otra frecuencia fundamental alrededor de 4000 Hz, que al oído humano suenan de forma parecida a un silbido (whistle). Incluso en ocasiones sólo emiten la parte correspondiente al silbido. Hemos definido tres subclases en función de la presencia de parte tonal y silbido: tonal-whines (parte tonal presente y silbido ausente), tonal-whistle-whines (partes tonal y silbido presentes), y whistle-whines (sólo el silbido presente).
3.2 Whimpers, son gemidos cortos que los lobos emiten en secuencias de hasta 25 consecutivos, en los mismos contextos que los whines. Son más cortos que los whines (0.18 ± 0.09 s) y también tienen frecuencias fundamentales entre 500-600 Hz. Al igual que en el caso de los whines, hemos definido tres subclases en función de la presencia de parte tonal y silbido (whistle): tonal-whimpers, tonal-whistle-whimpers, y whistle-whimpers.
4 Sonidos con estructura acústica armónica: quejidos (yelp-like)
4.1 Yelps, sonidos armónicos, cortos (0.14 ± 0.09 s), con frecuencias fundamentales entre 1000 y 1200 Hz, emitidos durante interacciones agonísticas. Los lobos emiten quejidos aparentemente para prevenir o detener un ataque. Al igual que en los gemidos, los lobos también pueden emitir quejidos con parte tonal y silbido. De este modo, siguiendo el mismo criterio que para los gemidos, distinguimos tres subclases de quejidos: tonal-yelps, tonal-whistle-yelps, y whistle-yelps.
5 Sonidos con estructura acústica armónica: lamentos (moan-like)
5.1 Moan, vocalizaciones con una duración que oscila entre décimas de segundo y varios segundos, emitidos a frecuencias más graves que los gemidos (fundamental entre 200-300 Hz), en todos los contextos de interacciones lobo-lobo definidos en el presente estudio.
5.2 Growl moans, lamentos de un segundo de duración (1.0 ± 0.4 s), emitidos a frecuencias más graves que los moan (frecuencia fundamental entre 50 y 150 Hz). Este tipo de sonidos fueron emitidos en interacciones agonísticas y durante el cortejo.
6 Sonidos no vocales
6.1 Scratches, sonidos que producen los lobos cuando rascan el suelo con las patas traseras o con las cuatro patas (ver definición en tabla 2.4, capítulo 2). En este estudio sólo los individuos que formaban parte de la pareja reproductora exhibieron este comportamiento.
6.2 Teeth snapping, sonido que producen los dientes al chocar entre sí. Fue registrado sólo en contextos agonísticos por una hembra que estaba siendo atacada por la hembra dominante.
Hemos identificado las principales vocalizaciones del repertorio vocal de los lobos descritas por Schassburger (1993) a excepción del whine-moan. Las diferencias más importantes entre el repertorio de Schassburger (1993) y el repertorio vocal del lobo ibérico descrito en este estudio son:
• Las frecuencias dominantes de los ladridos y los gruñidos son más altas en los lobos ibéricos, mientras que las frecuencias dominantes de los snarls son mayores para lobos norteamericanos. No obstante, no se dispone de datos para poder realizar análisis estadísticos.
• En este estudio hemos identificado tres tipos de ladridos: woofs, agonistic barks, y disturbance barks, mientras que Schassburger sólo distinguió dos tipos de ladridos: el ladrido propiamente dicho y el woof.
• Schassburger no describió gruñidos cortos emitidos en pulsos (short exhalations y courtship growls).
• Los gemidos y quejidos en ocasiones presentan dos sonidos diferentes emitidos simultáneamente (tonal y silbido). Estos sonidos deben considerarse vocalizaciones no lineales compuestas por dos sonidos con frecuencias fundamentales diferentes (bifonación). Schassburger distinguió dos subclases o formas dentro de gemidos y quejidos: full y whistle, basándose en la sonoridad de la vocalización al oído humano (resonante vs. silbido). Ambas formas (full y whistle) según Schassburger pueden incluir partes tonales y silbido simultáneamente. Nosotros hemos realizado una subdivisión más objetiva, basada en la presencia/ausencia de parte tonal o silbido. De este modo distinguimos tres subclases: tonal (sólo parte tonal presente), tonal-silbido (partes tonal y silbido presente), y silbido (sólo silbido presente).
• Nosotros no hemos identificado whine-moans según Schassburger, aunque nuestro tamaño muestral de lamentos quizá es demasiado escaso y puede ser el motivo de no haber identificado todos los tipos posibles de lamentos.
El repertorio vocal de los lobos ibéricos es complejo debido a que existe una alta gradación dentro de una misma clase vocal, existen transiciones entre diferentes clases vocales y también incluye sonidos mixtos formados por la unión de clases vocales distintas. En este estudio hemos encontrado diferencias en ladridos y gruñidos emitidos en diferentes contextos, aportando la primera evidencia de especificidad basada en el contexto en vocalizaciones emitidas por los lobos.
De la comparación del repertorio vocal del lobo ibérico con repertorios publicados de otros cánidos se pueden extraer las siguientes conclusiones:
• En los cánidos, el grado de organización social no parece que influya en el tamaño del repertorio vocal. Especies poco sociales presentan muchas vocalizaciones diferentes y otras muy sociales presentan repertorios menos extensos. Lo más probable es que el grado de sociabilidad de los cánidos se vea reflejado en una mayor tasa de vocalización, más que en el número de vocalizaciones diferentes que conforma el repertorio vocal de la especie.
• A pesar de la dificultad de comparar repertorios vocales entre especies y la escasez de estudios publicados sobre repertorios vocales de cánidos, parece que la filogenia tiene un efecto importante en las señales acústicas que constituyen los repertorios de los cánidos. Las principales diferencias en las vocalizaciones se producen entre clados (hay claras diferencias entre los tres clados principales de cánidos: zorros, cánidos de Sudamérica y lobos).
Los aullidos de los lobos ibéricos. Comunicación a larga distancia
El sonido más característico que emiten los lobos es el aullido, señal acústica para comunicarse a largas distancias. En este estudio se han descrito los aullidos que emiten los lobos ibéricos en base a 176 aullidos emitidos por 11 lobos en cautividad. Los aullidos de los lobos ibéricos son sonidos largos (1.1-12.8 s), de estructura armónica (1-18 armónicos), con una frecuencia fundamental media entre 270 y 720 Hz. Los aullidos de los lobos normalmente tienen puntos de inflexión (1-15) y discontinuidades en la frecuencia (1-8).
Las dos características acústicas que mejor definen cada aullido son la presencia de discontinuidades de la frecuencia y la modulación de la frecuencia. De este modo, arbitrariamente hemos definido los siguientes tipos de aullidos basados en estos dos atributos:
• Aullidos planos: aullidos con frecuencia relativamente constante, sin discontinuidades en la frecuencia y con bajos valores de modulación y coeficiente de variación de la frecuencia. La forma de los audioespectrogramas es plana, no ondulada.
• Aullidos ondulados continuos: aullidos sin discontinuidades en la frecuencia y con modulaciones (i.e. audioespectrograma con forma ondulada).
• Aullidos quebrados: aullidos con discontinuidades en la frecuencia (desde 21 hasta 250 Hz). Bajos valores del coeficiente de la modulación de la frecuencia, audioespectrograma con forma no ondulada.
• Aullidos ondulados quebrados: aullidos con discontinuidades de la frecuencia (21 a 250 Hz) y numerosas modulaciones de la frecuencia. Audioespectrograma con forma ondulada.
Comparando nuestros resultados con los del único trabajo en el que se realiza una descripción detallada de los aullidos de los lobos (Tooze et al. 1990) encontramos diferencias significativas sólo para una variable, el número de discontinuidades de la frecuencia. Los aullidos de los lobos ibéricos analizados tienen menos discontinuidades que los aullidos grabados para siete lobos de Norte América. Sin embargo, estos resultados hay que interpretarlos con cautela, dado que todos los lobos de nuestro estudio eran adultos, mientras que Tooze et al. (1990) incluyeron también en los análisis individuos de un año de edad.
Los aullidos contienen información relativa a la identidad individual, cada lobo aúlla de una forma característica. Los resultados del análisis de funciones discriminantes identificaron la frecuencia fundamental media, la frecuencia fundamental máxima, el número de armónicos y la modulación de la frecuencia como las variables más importantes para la discriminación entre individuos. Sin embargo, el hecho de que la estructura acústica de los aullidos permita discriminar individuos no implica que los lobos usen esta información para el reconocimiento individual.
La utilización de la estructura acústica de los aullidos en el reconocimiento individual. Experimento de playback
En el capítulo 4 investigamos con más detalle la discriminación individual mediante aullidos en los lobos. Para ello llevamos a cabo un experimento de playback con una manada de lobos en cautividad. Este experimento tenía como objetivo determinar la habilidad de los lobos para discriminar entre: a) aullidos manipulados (alterando los parámetros acústicos que mejor discriminan entre individuos (frecuencia fundamental y modulación de la frecuencia), y b) distintos aullidos emitidos por lobos diferentes.
El diseño experimental se basó en el paradigma de habituación-discriminación (Friedman, 1972), utilizando estímulos creados a partir de aullidos de lobos grabados previamente en cautividad. Nuestros resultados mostraron que los lobos detectan cambios en la frecuencia de los aullidos fuera del rango natural de variabilidad intraindividual, así como cambios en el patrón de modulación de la frecuencia. Por el contrario, las manipulaciones de la frecuencia fundamental y el coeficiente de modulación de la frecuencia dentro del rango de variación intraindividual no provocaron ninguna respuesta de los lobos. Además, los lobos detectaron diferencias entre aullidos diferentes, incluso entre diferentes aullidos emitidos por el mismo individuo al cual previamente se habían familiarizado. Los lobos mostraron habituación a nuevos estímulos presentados repetidamente, con la excepción de los aullidos emitidos por individuos desconocidos.
Los resultados del experimento de playback ofrecen la primera evidencia de que los lobos pueden discriminar entre aullidos en función de su estructura acústica. La respuesta a distintos aullidos emitidos por el lobo familiar disminuyó con los ensayos siguiendo un patrón de habituación. Sin embargo, la repetida exposición a aullidos desconocidos pero emitidos por lobos desconocidos no provocó esa habituación, y fue más intensa para lobos emitiendo aullidos con grandes diferencias en el coeficiente de modulación de la frecuencia con respecto a los aullidos a los que estaban habituados. Sin embargo, que los lobos discriminen entre aullidos emitidos por distintos lobos no implica necesariamente que exista realmente reconocimiento individual. Experimentos adicionales permitirán conocer el papel de la comunicación acústica en el reconocimiento individual en los lobos.
PARTE II. APLICACIONES DE LA BIOACÚSTICA PARA EL SEGUIMIENTO DE LAS POBLACIONES DE LOBOS
El seguimiento de las poblaciones desempeña un papel crítico en la conservación de la fauna silvestre (Sinclair et al. 2009). Detectar cambios en poblaciones locales es clave para entender la dinámica de las poblaciones, evaluar las medidas de gestión en especies en peligro o sometidas a algún tipo de explotación, y documentar el cumplimiento de las leyes. Conocer el tamaño o la densidad de una población es con frecuencia un prerrequisito vital para gestionarla eficazmente (Sinclair et al. 2009). Esto es especialmente evidente para especies como el lobo, para el cual las decisiones de gestión necesitan conciliar la conservación con el desarrollo de las comunidades rurales.
Los lobos aúllan en respuesta a otros aullidos e incluso a imitaciones de aullidos hechas por personas, lo cual constituye la base de un método útil para detectar animales por sus vocalizaciones: la técnica de estimular la emisión de vocalizaciones, que en el caso de los lobos se suele llamar técnica de aullidos simulados (Harrington & Mech 1982). En las últimas décadas esta técnica ha sido ampliamente utilizada como un método estandarizado para el seguimiento de poblaciones de lobos, dado que la observación directa de lobos salvajes y la localización de camadas, especialmente en áreas forestales, es difícil y poco práctica para realizar seguimientos en extensas áreas. Además de la detección de la presencia de manadas de lobos, la técnica de estimulación de vocalizaciones ha sido utilizada para estimar el número de lobos aullando y determinar la presencia de cachorros en una manada (Gazzola et al. 2002; Apollonio et al. 2004; Llaneza et al. 2005b; Nowak et al. 2008; Mitchell et al. 2008). Estas estimaciones se realizan generalmente mediante dos métodos: 1) censo acústico escuchando los coros en el campo, o 2) mediante análisis de espectrogramas. Sin embargo, los estudios disponibles no aportan descripciones detalladas de las metodologías utilizadas (Gazzola et al. 2002; Llaneza et al. 2005b; Nowak et al. 2007) y no se ha intentado evaluar la fiabilidad de estos métodos.
Los objetivos de esta segunda parte de la tesis han sido: 1) evaluar la precisión de las estimas del número de lobos aullando en un coro y la presencia de cachorros que se realizan de oído, mediante censo acústico, 2) determinar si los parámetros acústicos de los coros de aullidos permiten obtener información relativa al tamaño de grupo y evaluar la potencialidad de los análisis de espectrogramas para estimar el número de lobos participando en un coro de aullidos, 3) determinar si los parámetros acústicos de los coros permiten obtener información sobre la presencia de cachorros y evaluar la potencialidad de la detección de cachorros mediante análisis de espectrogramas, 4) comparar los resultados obtenidos mediante censo acústico con los resultados obtenidos de los análisis de espectrogramas respecto a las estimaciones del número de individuos aullando y la presencia de cachorros.
Estimaciones del número de lobos que participan en un coro y de la presencia de cachorros mediante censo acústico
Hemos realizado tests a 182 agentes forestales (responsables del seguimiento de las poblaciones de lobos) y a una muestra de personas sin experiencia con lobos (N = 23) para evaluar la precisión de las estimaciones del número de lobos aullando y la presencia de cachorros hechas mediante censo acústico. Cada uno de los participantes en el estudio tenía que escuchar grabaciones de cinco coros de aullidos seleccionados aleatoriamente de una muestra de 22 y estimar si había adultos aullando, cachorros, y el número de individuos (adultos y cachorros). Para cada coro se asignó una puntuación entre 0 y 5 puntos (0: ningún acierto; 5: todas las respuestas correctas).
No se encontraron diferencias entre la puntuación global obtenida por los agentes forestales y la gente sin experiencia previa con lobos. Del mismo modo, no hubo diferencias según los años de experiencia del agente forestal.
Construimos modelos lineales generalizados mixtos (GLMMs) para explorar qué factores afectan a la determinación correcta de la presencia de individuos de diferente clase de edad (adultos o cachorros). Encontramos que el acierto en una estimación sobre la presencia de adultos o cachorros no depende de la experiencia del oyente ni de la pertenencia al grupo de los agentes o al de los inexpertos. El modelo más parsimonioso incluyó sólo la interacción entre clase de edad y presencia, explicando un 73% de la varianza, 21% debida a los factores aleatorios “coro” y “oyente”. Los agentes forestales estimaron la presencia de adultos correctamente el 85% de las veces, mientras que la proporción de estimaciones correctas descendió al 64% para la estimación de la presencia de cachorros. Esta diferencia se debe a una sobreestimación de la presencia de cachorros. Los oyentes identificaron adultos aullando el 88% de las veces en las que había efectivamente adultos, y cachorros el 98% de las veces en las que había cachorros. Sin embargo, mientras que el 49% de las veces en las que no había adultos estimaron que sí los había, este porcentaje ascendió al 72 % cuando se trata de estimaciones de cachorros en coros en los que no los hay. Los oyentes tienden a estimar que hay cachorros en un coro a pesar de ser coros en los que sólo participen individuos adultos.
Por otro lado, los oyentes estimaron correctamente el número de lobos participando en el coro el 31% de las veces, el 38% este número fue subestimado y el 30% sobreestimado. Construimos un GLMM para explorar qué factores afectan a la correcta estimación del número de lobos aullando. La experiencia y la pertenencia al grupo de agentes o inexpertos no afecta a la precisión en las estimaciones del número de lobos. Sólo el número real de lobos participando afecta a las estimaciones: conforme el número real de lobos aullando aumenta, la proporción de estimaciones incorrectas aumenta. El modelo más parsimonioso incluyó el número real de lobos aullando y explicó el 64% de la varianza, 13% debido a los efectos aleatorios del “coro” y del “oyente”. Un patrón similar se observó al considerar si la estimación era sub o sobreestimación, estimaciones para coros emitidos por un bajo número de lobos tienden a ser sobreestimadas, mientras que, para coros emitidos por muchos lobos, las estimaciones suelen ser menores que el número real de lobos participantes.
Análisis bioacústico de coros de aullidos de lobos (I): Estimaciones del tamaño de grupo
Analizamos 56 coros de aullidos en los que sabíamos exactamente cuántos individuos participaban (entre 2 y 7) con el objetivo de investigar si es posible obtener información sobre el número de individuos aullando mediante el análisis de grabaciones.
Encontramos tres variables correlacionadas con el número real de lobos participando en un coro: 1) el número máximo de lobos vocalizando simultáneamente (Spearman´s Rho: 0.98; n = 56; p < 0.001), 2) el valor medio de lobos vocalizando simultáneamente (Spearman´s Rho: 0.78; n = 56; p < 0.001) y 3) la duración (Spearman´s Rho: 0.38; n = 56; p = 0.0035). A medida que el número de lobos aullando aumenta, el número de lobos que vocaliza simultáneamente y la duración también aumenta.
Se realizaron modelos lineales generalizados (GLM) para predecir el número de lobos participando en un coro. Aplicando el mejor modelo resultante, la predicción coincidió con el número real de lobos participando en el coro en el 79% de los coros, el 12% fueron sobreestimaciones y el 9% subestimaciones. La diferencia entre el número predicho y el número real fue de un individuo en el 16% de los casos (7.1% subestimados y 8.9% sobreestimados); dos individuos el 3.6% de los casos (1.8% subestimado y 1.8 sobreestimado); y sólo en el 1.8% de los casos era de tres individuos (sobreestimado). La aplicación del modelo ofrece unos resultados mucho más precisos que la estimación realizada de oído, por censo acústico (79% de aciertos vs. 31% cuando las estimaciones se realizan de oído). Los resultados de los modelos también son más precisos en cuanto a la diferencia entre las estimaciones y el número real.
Análisis bioacústico de coros de aullidos de lobos (II): presencia de cachorros
En el capítulo 8 estudiamos la potencialidad de la distribución de la energía acústica para predecir la presencia de cachorros en un coro. Analizamos 110 coros de aullidos, 77 emitidos sólo por adultos/subadultos y 33 en los que había cachorros.
Los coros de aullidos analizados son vocalizaciones largas con una duración media de 66 ± 27 s (media ± DE), con la energía acústica concentrada entre los 300 y los 1900 Hz. Los aullidos constituyeron la principal vocalización (más del 50% de la duración del coro) en el 33% de los casos, mientras que el restante 67% de los coros incluía principalmente sonidos altamente modulados, variaciones de aullidos, ladridos, etc. El número de coros compuestos principalmente por aullidos fue significativamente mayor en coros emitidos sólo por adultos que en coros que incluían cachorros (χ2 = 7.609; d.f.=1; P=0.006).
Los coros de aullidos con cachorros concentran la energía acústica a frecuencias más altas y mostraron valores de entropía mayores que los coros emitidos sólo por individuos adultos/subadultos. Los valores de la mayoría de variables medidas (85%) fueron diferentes entre coros con y sin cachorros.
Se realizaron modelos (GLMMs) para estudiar si es posible predecir la presencia de cachorros en un coro analizando los coros según cuatro aproximaciones diferentes: calculando los valores de las variables para todo el coro (CORO), dividiendo el coro en segmentos de 5 s de duración y calculando los valores medio, mínimo, máximo y desviación estándar de cada una de las variables medidas para todos los segmentos de un coro (SEGMENTOS), aplicando un filtro de intensidad del 75% del máximo de la amplitud (sólo se analiza la señal con una intensidad superior al 75% de la intensidad máxima), y aplicando un filtro de intensidad del 90% del máximo de intensidad. De este modo, se obtuvieron cuatro modelos diferentes: CORO75, CORO90, SEGMENTOS75, y SEGMENTOS90.
Los modelos finalmente seleccionados clasificaron correctamente el 86-94% de los casos, siendo menores los porcentajes para los modelos considerando el coro entero (74-83%). El mejor modelo fue el obtenido dividiendo el coro en segmentos de 5 s y aplicando el 90% del umbral de intensidad (SEGMENTOS90). Este modelo explica el 94% de la varianza. Aplicando este modelo, el 93.6% de coros fue clasificado correctamente como con o sin cachorros. Los resultados de clasificación para verdaderos positivos (el modelo predice que hay cachorros y efectivamente los hay) fueron mejores para los análisis dividiendo el coro en segmentos (i.e. cuando el modelo predice que hay cachorros, el 87.9% de veces efectivamente hay cachorros aplicando el modelo SEGMENTOS90, descendiendo este porcentaje a 27.3% para el análisis para todo el coro). Todos los modelos tienen bajos porcentajes de falsos negativos (en el 3.9-6,5% de los casos en los que no hay cachorros vocalizando el modelo predice erróneamente que hay cachorros).
Los resultados de los modelos son mejores que los obtenidos en el capítulo 6 mediante estimación por censo acústico (93.6% de casos clasificados correctamente vs. 64% de oído). Más importante es el hecho de que los modelos disminuyen enormemente la probabilidad de cometer falsos negativos (estimar que hay cachorros cuando en realidad no los hay, error con peores consecuencias para la gestión de la especie). Mientras que el 72% de los casos en los que no hay cachorros los oyentes estiman que sí los hay, este tipo de error supone sólo un 3.9% de los casos aplicando el modelo SEGMENTOS90.
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