INTRODUCTION personal autonomy is an indisputable fundamental right that can only be limited in the circumstances provided by law. Within the field of medicine, passed the stage of paternalistic philosophy is accepted without question that a sick person does not lose, because of impairment to their health, the ability to decide. Patient autonomy is recognized and is one of the four pillars on which bioethics is based. But also it is protected by legal regulations. The General Health Law, Law 41/2002 regulating patient autonomy and the different regional standards, include the obligation of medical professionals to respect the decisions of their patients, provided the certainty that this will be It is competent. A group of patients who cast doubt on their independence, are children and adolescents. Because also in this case, different laws seem to contradict each other as to set the time when they must be considered adults. The consequence of this lack of consistency means that on the same case, different people reach different conclusions. This initial confusion is compounded by the fact that most parents do not know when is the time when their children have the right to decide for themselves in terms of their health. Moreover, those who do know that right, say they do not believe their children able to choose the right option because they can not assess the consequences of their decisions. It is, in the judgment of most, but the law considers them self, they actually are not. In short there is much unknown health legislation to some extent level for parents and in most cases, known by the existence of a problem. The consultations serve to underage patients with various problems that often go alone to consult unaccompanied by an adult. Are frequent consultations for unwanted pregnancy, the pill postcoital application, the obligation to vaccinate, processes requiring the application of informed consent, the right to professional secrecy ... All these situations cause us many doubts about the legality of our actions. And for parents, they know the framework of the law that protects children? All this together with a review of previous research works leads us to consider the work that follows, which is intended to assess the knowledge that parents have rights of their children as patients simultaneously analyzing the knowledge that health have on legislation, plus as much as possible let them know all the information generated doubts and above all controversies and confrontations between parents and their children's doctor. MATERIALS AND METHODS This is a descriptive study conducted by personal interview. The sample size was 600 participants, four surveys were aimed at parents who attended the pediatric consultation with their child and two hundred health workers in order to then be able to analyze the degree of knowledge that each group had the d lower legislation. The study variables included: age most health, the application of medical treatment without parental knowledge, professional secrecy, the pill the next day, the abortion, informed consent of the child, forced internment, the vaccination, refusal to receive treatment, organ donation, drugs in childhood and addictive behaviors units. All applied to lower patient. RESULTS subjects participated in the study, it appears that has more knowledge about the legal framework of children, women and aged between 21 and 40 years. There is also a predominance of those with no children in the group and especially health practitioner. CONCLUSIONS conclusion is drawn that a high proportion parents, unaware of the rights of their children as autonomy is concerned; It stresses that the health team should review as to increase the level of knowledge. The need for more information to both parents and children in sight. Several strategies to increase the level of knowledge of health population in legal matters as well as the general population are presented.INTRODUCCIÓN La autonomía de las personas es un derecho fundamental indiscutible que tan solo puede verse limitado en las circunstancias que marque la Ley. Dentro del ámbito de la Medicina, superada la etapa de la filosofía paternalista, se acepta sin duda que una persona enferma no pierde, a causa del menoscabo de su salud, la capacidad de decidir. La autonomía del paciente está reconocida y constituye uno de los cuatro pilares en los que se fundamenta la Bioética. Pero además se encuentra protegida por las normas legales. La Ley General de Sanidad, la Ley 41/2002 básica reguladora de la autonomía del paciente y las diferentes normas autonómicas, recogen la obligación de los profesionales de la Medicina a respetar las decisiones de sus pacientes, siempre que se tenga la certeza de que este es competente. Un grupo de pacientes que generan dudas sobre su autonomía, son los niños y adolescentes. Porque además en este caso, las diferentes normas legales parecen contradecirse entre sí en cuanto a fijar el momento en el que se les debe considerar adultos. La consecuencia de esta falta de coherencia implica que sobre un mismo caso, diferentes personas lleguen a distintas conclusiones. A esta confusión inicial se une el hecho de que la mayoría de los padres ignoran cuándo es el momento en el que sus hijos tienen el derecho de decidir por sí mismos en los que respecta a su salud. Por otra parte, aquellos que sí conocen ese derecho, afirman que no creen a sus hijos capaces de elegir la opción correcta porque no saben valorar las consecuencias de sus decisiones. Es decir, que según el criterio de la mayoría, aunque la ley les considera autónomos, ellos en realidad no los son. En definitiva existe mucha legislación a nivel médico desconocida en cierta medida para los padres y que en la mayoría de los casos, conocen por la existencia de un problema determinado. En las consultas atendemos a pacientes menores de edad con diversos problemas y que en muchas ocasiones acuden solos a la consultan sin la compañía de un adulto. Son muy frecuentes las consultas por embarazos no deseados, la solicitud de la píldora postcoital, la obligación de vacunar, procesos que requieren la petición del consentimiento informado, el derecho al secreto profesional… Todas estas situaciones nos generan muchas dudas sobre la legalidad de nuestras actuaciones. Y para los padres, ¿conocen el marco de la legalidad que ampara a sus hijos? Todo ello junto a la revisión de trabajos de investigación previos nos lleva a plantear el trabajo que sigue, en el que se pretende valorar el conocimiento que los padres tienen de los derechos de sus hijos como pacientes analizando al mismo tiempo el conocimiento que los sanitarios poseen sobre la legislación, además de en la medida de lo posible darles a conocer toda la información que genera las dudas y sobretodo polémicas y enfrentamientos entre los padres y el médico de sus hijos. MATERIAL Y METODOS Se trata de un estudio observacional descriptivo realizado mediante entrevista personal. El tamaño de la muestra fue de 600 participantes, cuatrocientas encuestas fueron dirigidas a padres que acudían a la consulta de pediatría con sus hijos y doscientas a personal sanitario, para así posteriormente poder analizar el grado de conocimiento que cada uno de los grupos poseía de la legislación d menor. Las variables de estudio incluyeron: la mayoría de edad sanitaria, la aplicación de tratamientos médicos sin conocimiento de los padres, el secreto profesional, la píldora del dia siguiente, la interrupción voluntaria del embarazo, el consentimiento informado del menor, el internamiento forzoso, la vacunación, la negación a recibir un tratamiento, la donación de órganos, las drogas en la infancia y las unidades de conductas adictivas. Todo ello aplicado al paciente menor. RESULTADOS En los sujetos que participaron en el estudio, se observa que presenta mayor conocimiento sobre el marco legislativo de los menores, las mujeres y de edad entre 21 y 40 años. También existe un predominio en los que no tienen hijos y en el grupo de sanitarios sobretodo facultativo. CONCLUSIONES Se extrae como conclusión que los padres en una alta proporción, desconocen los derechos de sus hijos en cuanto autonomía se refiere; destaca que el grupo sanitario debería revisar como poder aumentar este nivel de conocimiento. Se vislumbra la necesidad de una mayor información tanto a padres como a hijos. Se presentan varias estrategias para aumentar el nivel de conocimiento de la población sanitaria en materia legal así como de la población en general.