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A pesar de que el de anamorfosis es un concepto cuya definición parece clara, se observa vacilación e incluso contradicción a la hora de calificar como tal a diversos tipos de imágenes. Este trabajo busca establecer de la manera más precisa posible qué es y qué no es anamorfosis. Para ello revisa las notas o componentes esenciales que se hallan en las definiciones que se han hecho desde su aparición como neologismo en 1657. Profundiza en las fuentes de confusión que se derivan de ideas como "deformación", "transformación" y "engaño", para establecer las diferencias entre anamorfosis y otros tipos de imágenes con las que suele ser confundida, especialmente con el trampantojo, las correcciones ópticas y la perspectiva de techos. Se deduce que no basta con una observación atenta de las características de la imagen anamórfica, y que es necesario analizar el modo en que se produce el encuentro con la imagen para entender de modo más completo tanto el concepto como la peculiar evolución de la anamorfosis. Finalmente, se sugiere que las dificultades que presenta la delimitación precisa del concepto se deben a que se trata de un ejemplo especialmente adecuado de lo que W. J. T. Mitchell ha calificado como "metaimagen". Se propone, además, una clasificación de tipos de anamorfosis. Se presenta un catálogo de piezas anamórficas desde el siglo XVI hasta el XXI.In spite of its relatively clear formulation in dictionnaries, the concept of anamorphosis seems not to be clear when it comes to classify specific images, as can be seen in museums and galleries catalogues. This work tries to stablish as clearly as possible the concept, and so analyzes the essentials of most definitions from 1657 to day, being those essential components the ideas of "transformation", "deformation", "perspective technique" and "tricky image". At the end, it seems clear that an objectual approach can not give us enough elements to dissolve the indefinition. But a look at the concept under the guide of Mirzoeff's concept of "visual event" allows us to argue that anamorphosis engages its observers in a very specific relationship, enough to divert anamorphosis aim and concept from its original purpose. No definition can be clear and distinct without this relational approach. Finally, the inclusion of anamorphosis in the list of metaimages is also proposed. It includes also a classification of anamorphic images, and a catalogue of them.
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