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Se examina la política bibliotecaria seguida por el primer liberalismo en la ciudad de Valencia entre 1812 y 1844 y su relación con el fenómeno desamortizador a partir del análisis de la documentación generada por las comisiones encargadas de la recolección e inventario de las librerías, así como del aprovechamiento de una amplia variedad de fuentes secundarias de todo tipo.
La tesis revisa el panorama bibliotecario anterior a 1812, con especial atención a las librerías de las comunidades religiosas. Posteriormente, se estudian cada uno de los procesos desamortizadores y la política bibliotecaria llevados a cabo en los momentos en que los gobiernos liberales tuvieron el poder. En primer lugar, el periodo de la Guerra de la Independencia, en su doble vertiente, tanto la bonapartista llevada a cabo por el gobierno de José I y por el mariscal Suchet en la Valencia ocupada, como la diseñada por los liberales españoles de las Cortes de Cádiz. Después, el Trienio Liberal y el proyecto de creación de una biblioteca pública en Valencia promovido por la Sociedad Económica de Amigos del País de esta ciudad. Finalmente, la desamortización en la regencia de María Cristina de Borbón que desembocaría en 1838 en el establecimiento de una biblioteca pública, provincial y universitaria en Valencia, modelo que se generalizaría a toda España y que sería característico del sistema bibliotecario español del siglo XIX.
Sin embargo, la realidad política y material en que se desarrollaron estos proyectos supusieron el doble fracaso de estas bibliotecas como centros conservadores del patrimonio bibliográfico y como centros de promoción de la lectura o la investigación. En relación a su primera misión, el robo, ocultamiento o venta a peso de la mayor parte de lo recogido favorecieron un boyante mercado de libro antiguo y de ocasión, un mercado lleno de oportunidades tanto para bibliófilos locales como para viajeros extranjeros en misión cultural. En relación a la segunda, la Biblioteca de la Universidad de Valencia distaba mucho de cumplir con la totalidad de expectativas que las Cortes de Cádiz habían señalado para las bibliotecas públicas provinciales y tampoco podría cumplir con las expectativas demandadas por el nuevo modelo de biblioteca pública nacido en el mundo anglosajón.
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