En el mundo rural bajomedieval, donde las economías campesinas son más vulnerables a las fluctuaciones del ciclo agrario y tienen mayores dificultades para asegurar su propia viabilidad, el recurso al crédito se convierte en una práctica habitual. En este contexto de endeudamiento, los judíos aparecen como la principal, sino la única fuente de financiación, un colectivo que se halla en la periferia de la sociedad cristiana dominante y al que no afectan las restricciones morales y legales que por entonces regulan el comercio de capitales. Precisamente, la finalidad de esta tesis es analizar las funciones que el préstamo judío cumple dentro de las estructuras productivas de las comunidades rurales de las comarcas gerundenses desde un observatorio privilegiado como es la ciudad de Girona en la segunda mitad del siglo XIV, una época de grandes dificultades en la que la peste, el hambre y la guerra constituyen el telón de fondo sobre el que se proyecta una fuerte conflictividad social enmascarada en reivindicaciones de naturaleza política y religiosa. Pero un objetivo tan ambicioso como éste exige que antes dé respuesta a una serie de preguntas cuya formulación se halla íntimamente ligada a la investigación que pretendo acometer: ¿cuáles son las modalidades crediticias más comunes?, ¿obedece su contratación a la existencia de diferentes niveles de demanda?, ¿de qué manera se distribuye por el territorio?, ¿quiénes son sus protagonistas? y en todo caso, ¿cómo afecta la morosidad a esta actividad? A partir de ellas, presupuestos indispensables para la reflexión, llego a la conclusión de que el préstamo judío es la bombona de oxígeno que permite la subsistencia de las familias campesinas durante los tiempos difíciles del ciclo agrario, además de facilitar la realización de ciertas inversiones destinadas a mejorar sus expectativas de crecimiento. También que los logreros judíos se convierten merced a su especialización en el comercio de productos agrícolas, adquiridos en las casas de sus deudores, en el prototipo de mercader de comarca que con sus actuaciones contribuye a fortalecer el dominio que la ciudad ejerce sobre el campo. Lejos quedan, por tanto, la consideración del crédito judío como una de las causas de la asfixia financiera que padecen las débiles economías campesinas y la imagen del prestador judío como parásito que vive a costa del sufrimiento de su clientela.