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Introducción
El cáncer colorrectal es, globalmente, la segunda neoplasia más frecuente en los países desarrollados. El proceso diagnóstico está basado en la anamnesis, una exploración clínica completa que incluya el tacto rectal, analítica completa con marcadores tumorales, colonoscopia con biopsia y pruebas de imagen: TAC para descartar enfermedad a distancia y en el cáncer de recto una resonancia magnética para estatificar localmente la enfermedad.
La finalidad de la fase diagnóstica es clasificar la enfermedad según la clasificación TNM para escoger el tratamiento más eficaz en cada estadio. Definimos como cáncer de recto precoz aquel tumor confinado a la pared rectal que no ha traspasado la capa muscular propia. El cáncer de recto localmente avanzado es aquel tumor que traspasó la capa muscular infiltrando la grasa mesorrectal, serosa o estructuras vecinas, afectando o no los ganglios perirrectales pero sin haber producido metástasis a distancia. El cáncer de recto diseminado es aquel tumor que, cualesquiera que sea su situación local, ha producido metástasis a distancia.
El tratamiento del cáncer de recto es multidisciplinar. Los tratamientos activos contra la enfermedad son la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Actualmente se considera que el tratamiento estándar en el cáncer de recto localmente avanzado consta de quimiorradioterapia preoperatoria seguida de cirugía con escisión mesorrectal total y posteriormente quimioterapia adyuvante. Sin embargo, los efectos de la radioterapia, tanto precoces sobre los resultados de la cirugía, como tardíos sobre la función pélvica y la posibilidad de desarrollo de segundos tumores, han planteado la posibilidad de esquemas terapéuticos alternativos que soslayen la utilización de la radioterapia. Además las cifras de recaída local, con la universalización de la cirugía de escisión total del mesorrecto, han caído por debajo del 10%, mientras que las recaídas sistémicas, cuya prevención se basa en un correcto tratamiento quimioterápico, se mantienen en cifras superiores al 30% provocando la muerte de los pacientes.
Hipótesis y objetivos
Sobre la base de estas consideraciones formulamos la siguiente hipótesis: en pacientes con cáncer de recto localmente avanzado, el tratamiento con quimioterapia neoadyuvante seguido de cirugía con escisión total del mesorrecto, en casos seleccionados, frente al tratamiento estándar, obtiene resultados equivalentes en cuanto a morbilidad y mortalidad postquirúrgica sin comprometer la tasa de recidiva local ni la supervivencia a largo plazo.
El objetivo principal es comparar las cifras de morbilidad y mortalidad postoperatoria en un grupo de pacientes seleccionados con cáncer de recto localmente avanzado tratados con quimioterapia neoadyuvante y cirugía con escisión mesorrectal total frente a otro grupo de pacientes que recibieron el tratamiento estándar.
Como objetivo secundario se plantea comparar la tasa de recidiva local y sistémica, supervivencia global y supervivencia libre de enfermedad entre los dos grupos de estudio.
Pacientes y métodos
Se estudiaron 101 pacientes tratados en nuestro servicio con cáncer de recto localmente avanzado y que recibieron esquemas de tratamiento neoadyuvante con y sin radioterapia.
Conclusiones
La morbilidad postoperatoria es significativamente menor en el grupo de pacientes que no recibió radioterapia dentro del esquema de tratamiento neoadyuvante. La mortalidad postoperatoria no difirió entre ambos grupos. Las tasas de recidiva local y sistémica, la supervivencia global y la supervivencia libre de enfermedad no registró diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupo.
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