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Todos los seres humanos nacemos con unos circuitos neuronales, innatos y primitivos, especializados en la identificación de números pequeños. Dichos circuitos se encuentran en la región inferior del lóbulo parietal y nos permiten no solo comprender cantidades pequeñas, sino también sus interrelaciones. Sobre dichas estructuras innatas de desarrollan otras mucho más complejas, como la construcción de una representación interna de los números a partir de la cual podemos operar con cantidades numéricas.
Nuestra investigación pone en relación las dos metodologías con mayor presencia en las aulas de infantil: la Monumentalista y la Funcionalista, respecto a la que proponemos, la Neurológico-Principios.
La primera de ellas se asocia a lo tradicional, es academicista, formal, desligada de lo funcional. Precisamente el nombre le viene por tratar lo curricular a modo de “visitas”, donde unos contenidos y otros no son puestos en relación. Asimismo se abusa del trabajo por fichas.
Por su parte, la funcionalista, busca la construcción del número desde aquellos que están próximos al niño, que le resultan significativos, prácticos. Busca un aprendizaje activo, por descubrimiento, otorgando gran protagonismo al niño. La principal crítica la tiene en que son muchas las ocasiones en que no se tiene en cuenta los conocimientos previos necesarios para que los niños comprendan la actividad que se lleva a cabo.
En cuanto a la Neurológico-Principios, su eje principal gira entorno a la construcción de una “línea numérica mental”. Esta se ha de poner en relación con otras capacidades y habilidades matemáticas necesarias en el uso del número: conteo, lectura, escritura, comparación... No se descarta ni lo curricular ni lo práctico, no obstante, hay que estructurar bien el modo y el momento en el que se expone a los niños a determinados aprendizajes.
Los objetivos de la investigación fueron varios. El primero se centró en determinar qué metodología obtenía mejores resultados en competencia matemática, así como si la experiencia del profesorado influía en cada una de ellas. El segundo de los objetivos se dirigió a comprobar si el sexo tenía algún tipo de repercusión. El tercero a analizar los resultados en función de la ratio. El cuarto a determinar la influencia de la didáctica de las diferentes metodologías por franjas de edad (de dos en dos meses). En cuanto al último de ellos, su función era verificar la capacidad predictiva de la prueba inicial (IDT), que agrupa a los niños por potencialidades de aprendizaje respecto a la competencia matemática alcanzada.
Entre las principales conclusiones, destaca el hecho de que la metodología Neurológico-Principios alcanzó, resultados estadísticamente significativos a su favor, respecto a las otras dos metodologías. Por otro lado también se ha constatado que, si bien en todas las franjas de experiencia del profesorado se obtienen mejores resultados, esta metodología se ve más favorecida a medida que se incrementa la experiencia. En cuanto a las posibles diferencias derivadas del sexo, el resultado pone en evidencia que no las hay. Respecto a la ratio, las metodologías Monumentalista y Funcionalista no se ven afectadas, si bien, hay que tener en cuenta que sus resultados son pobres. Por su parte, en la Metodología Neurológico-Principios, las aulas con ratios hasta 20 alumnos muestran diferencias estadísticamente significativas frente aquellas con una cantidad de alumnos mayor. No obstante, puntualizar, que incluso las clases de mayor ratio obtuvieron unos resultados muy superiores a las otras dos metodologías objeto de estudio.
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