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La enfermedad de Crohn (EC) es una enfermedad de etiopatogenia y fisiopatología compleja, que se
desarrolla sobre una base de múltiples alteraciones inmunes, tanto de la inmunidad innata como
de la inmunidad adquirida. Siguiendo nuestra línea de investigación en relación a la deficiencia
de LTγδ en pacientes con enfermedad de Crohn, planteamos la hipótesis de trabajo de que
parásitos como Anisakis simplex, ingerido frecuentemente mediante el consumo de pescado,
podrían aprovechar este estado de inmunidad alterada en la enfermedad de Crohn para infectar
con mayor frecuencia a estos pacientes que a la población sana.
Hemos realizado un estudio prospectivo de casos y controles desde junio de 2007 hasta agosto
de 2014 en el Hospital Arnau de Vilanova de Valencia. Hemos analizado la prevalencia de
anticuerpos anti-A. simplex en pacientes afectos de enfermedad de Crohn comparandolos con
controles sanos. Así mismo hemos estudiado la relación existente entre positividad para
anticuerpos anti-A. simplex y diferentes parámetros clínicos y de laboratorio en la enfermedad
de Crohn, incluyendo las subpoblaciones linfocitarias T αβ y γδ. De forma paralela hemos
estudiado las subpoblaciones linfocitarias T αβ y γδ en pacientes con enfermedad de Crohn y
las comparamos con las mismas subpoblaciones de controles sanos.
Hemos estudiado 162 sujetos, repartidos en dos grupos de 81 pacientes con EC y 81 controles
sanos. Ambos grupos presentan una distribución idéntica en cuanto al sexo y similar en cuanto
a la edad. En esta tesis hemos detectado unos niveles de anticuerpos IgG e IgM anti-A. simplex
aumentados significativamente en pacientes con EC frente a sujetos sanos. Por el contrario
hemos detectado una disminución de IgA anti-Anisakis significativa en pacientes de EC frente a
sujetos sanos. De forma concordante, cuando analizamos la positividad de inmunoglobulinas
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anti-A. simplex hemos encontrado un aumento significativo de pacientes positivos para IgG e
IgM en la EC con respecto al grupo control. Así, casi el 20% de los pacientes con EC presentan
positividad para IgG e IgM anti-Anisakis frente a sólo el 3,7 y 2,5% de positividades en los
sujetos normales respectivamente.
Por otra parte, los pacientes que presentan niveles medios de IgM anti-Anisakis más elevados,
presentan significativamente formas de mayor gravedad de la EC, como son las formas ileales y
estenosantes. Además, hemos detectado en los pacientes con EC una relación directa entre el
tiempo de evolución de la enfermedad y los niveles medios de IgM anti-Anisakis. En cuanto a
la determinación de subpoblaciones linfocitarias T αβ y γδ en pacientes con enfermedad de
Crohn, hemos detectado en los pacientes con positividad para IgG e IgM anti-Anisakis unos
niveles de linfocitos CD3+CD8+γδ superiores a aquellos con negatividad para dichos
anticuerpos. Así mismo existe una relación directa de esta subpoblación linfocitaria
CD3+CD8+γδ con los niveles de IgM e IgS anti-Anisakis.
La mayoría de subpoblaciones linfocitarias se encuentran disminuidas en la EC frente a los
controles con especial significación en los linfocitos T γδ.
En resumen, en pacientes con EC hemos detectado niveles superiores de anticuerpos antiAnisakis
simplex que en controles sanos, esto sugiere que la EC podría ser un factor de riesgo
para la infección por Anisakis simplex, debido, en parte, a la deficiencia de linfoctos T γδ que se
ha detectado en estos pacientes y cuya relación con la inmunidad frente al parasito se ha
sugerido en esta tesis. Nuevos trabajos deberán profundizar en esta teoría para demostrar esta
relación de forma mas estrecha.
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