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El glaucoma es la principal causa de ceguera irreversible en el mundo. Alrededor del 2 % de la población mundial están diagnosticados de glaucoma de ángulo abierto, donde la presión intraocular ( PIO ) es el factor de riesgo más importante y casi el único modificable para tratar la enfermedad. En los últimos años están surgiendo técnicas denominadas MIGS ( Minimally Invasive Glaucoma Surgery ) que pretenden obtener descensos tensionales óptimos con menos complicaciones y más seguras, pudiéndola realizar junto con la cirugía de la catarata sin demorarla. El dispositivo de colágeno tipo Xen® ( AqueSys ® ) permite un mayor descenso tensional mediante un tubo hidrofílico que conecta la cámara anterior con el espacio subconjuntival y abordaje Ab- Interno.
Nuestra muestra consta de 31 ojos intervenidos con el dispositivo 63 ( posteriormente se ha comercializado el 45 ) que lo diferencia el tamaño del lumen, mostrando los resultados a los 3,6 y 12 meses en pacientes intervenidos de glaucoma de ángulo abierto leve o moderado. El 60 % estaban intervenidos de facoemulsificación más lente intraocular y stent y el 40 % restante de sólo el stent. Como criterio de éxito absoluto consideramos los pacientes con PIO inferior a 18 mmHg sin ningún fármaco, éxito relativo con PIO inferior a 18 mmHg y algún fármaco y fracaso los que no cumplan los siguientes criterios. La edad poblacional era de72,5 con desviación típica de 6,8 y rango de 63 a 87. El 48 % precisaban dos principios activos para el control de su enfermedad, el 35 % tres y el 16 % sólo uno. No encontramos diferencias significativas entre glaucoma leve o moderado, cirugía simple o combinada ( faco más lente y Xen ), tipo de ampolla según altura y morfología y clasificación Shaffer. Donde si se encontró diferencias significativas es en la valoración del implante a nivel subconjuntival, a favor de la no visualización con mejores cifras tensionales. La medicación media descendió de 2,19 principios activos a 0,56 mostrando un descenso tensional medio de un 39%. La mejoría de la agudeza visual fue de casi cuatro lineas en la combinada y sólo una en el caso del implante sin cirugía de catarata.
No existía correlación el primer mes respecto a la presión intraocular previa y el descenso tensional de ésta, pero sí en los siguientes meses ( 2,3,6 y 12 meses ). No había diferencias entre éxito absoluto y relativo con la PIO y AV previas y el parámetro determinante como predictor de éxito en el tratamiento fue de la PIO a los 3 meses con una Ods ratio de 0,68 y una P de 0,009 comparando con el tipo de estadío de glaucoma, cirugía combinada o sóla, PIOs o medicación previas a la intervención.
Respecto a las complicaciones intraoperatorias observadas las hemorragias tanto a nivel escleral como conjuntival o de cámara anterior no revistieron importancia. Como inmediatas tras la intervención hipotonías el primer día en un 23% y un 13 % a la semana sin atalamias ni desprendimientos coroideos. La complicaciones tardías fueron en un 30 % encapsulamiento de ampolla conjuntival al mes y en un caso al tercer mes. Hubo que realizar needling en todos ellos. Al final del estudio se reportó un 65 % de exitos absolutos, un 29 % de relativos y sólo un 6 % de fracasos, demostrando la eficacia en el descenso tensional, pocas complicaciones y seguras y mejor control evolutivo de la enfermedad.
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