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La obesidad predispone fuertemente al riesgo cardiovascular y se relaciona con alteraciones en diferentes marcadores de funcionalidad del tejido adiposo, inflamación y daño a biomoléculas. Establecer la presencia de alteraciones precoces en la obesidad infantil es el objetivo de este estudio realizado en pacientes pediátricos (7-14 años) obesos (N=60) y controles (N=42). En él hemos evaluado como marcadores de estrés oxidativo y nitrosativo los niveles de malondialdehído, 8-isoprostanos, productos avanzados de oxidación proteica, mieloperoxidasa y nitrotirosina. Las alteraciones del metabolismo de la arginina se valoraron por la producción de óxido nítrico (NO; nitrito y/o nitrato) y niveles de poliaminas. Otros indicadores fueron la proteína C-reactiva, IL-6 y TNF α como marcadores de inflamación; sICAM-1, sVCAM-1, sE-selectina y VEGF como moléculas de adhesión y funcionalidad endotelial; adipoquinas leptina y resistina, y Vitamina D, PTH, y calcio y fósforo séricos. Según nuestros resultados, la obesidad pediátrica se asocia a estrés oxidativo y nitrosativo, elevación de poliaminas circulantes, incremento de los marcadores de inflamación, adipoquinas y moléculas de adhesión, y descenso de Vitamina D. Las correlaciones entre estas alteraciones son evidentes, y se extienden a los parámetros indicadores del grado de obesidad. La confluencia de otros factores de riesgo metabólico y, particularmente, el nivel de Vitamina D, parecen ser determinantes en la extensión del daño oxidativo y nitrosativo, inflamación y disfunción endotelial valorados. Estos parámetros podrían servir como marcadores tempranos del deterioro vascular asociado a la obesidad pediátrica, y ser utilizados en el seguimiento de estos pacientes y en la prevención de sus complicaciones en la edad adulta.
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