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Los implantes dentales suelen ser el tratamiento de elección para las ausencias dentales. Sin embargo, la disponibilidad ósea en los sectores posteriores maxilares y mandibulares se ve comprometida frecuentemente por la presencia de estructuras anatómicas importantes como el nervio alveolar inferior o el seno maxilar. Los implantes cortos son una alternativa de tratamiento, pero se ha planteado que su reducida longitud puede comprometer el éxito del tratamiento. Los objetivos de esta tesis son analizar el éxito y la pérdida ósea de los implantes cortos y analizar los factores de riesgo.
Material y método: se incluyeron 177 pacientes con 435 implantes de 8,5 mm de longitud (7 mm intraóseos) en el grupo de implantes cortos y de más de 11,5 mm de longitud en el grupo de implantes convencionales, tras cumplir los criterios de inclusión y exclusión. Todos los implantes fueron colocados en sectores posteriores, rehabilitados con prótesis de hasta un máximo de tres coronas sin pónticos. Los tiempos de seguimiento variaron entre 12 y 60 meses, analizando como variables principales el éxito de los implantes (cada año) y la pérdida ósea marginal periimplantaria (a los 12 meses). Para catalogar el éxito de los implantes se siguieron los criterios de éxito de Buser (1990) y para la pérdida ósea marginal periimplantaria se utilizaron radiografías periapicales paralelizadas tomadas en el momento de la carga y a los 12 meses de carga protésica. Además se analizaron una lista de posibles factores de confusión: edad, sexo, consumo de tabaco, higiene oral, cirujano, posición del implante, altura de hueso remanente, longitud, diámetro, uso de osteodilatadores, fases de la cirugía, tipo de hueso, tipo de ferulización protésica, antagonista y la proporción corona-implante. La potencia estadística del estudio fue de 0,94 para N = 435 implantes. Para el análisis estadístico de los datos se utilizaron modelos de regresión logística generalizados para analizar el éxito ajustando por factores de confusión y modelos lineales generalizados para el análisis de la pérdida ósea marginal periimplantaria ajustando por factores de confusión. En las variables que no se pudieron incluir en el modelo se realizaron análisis bivariante (t-Student, U de Mann-Whitney, ANOVA, χ2). El nivel de significatividad fue de α = 0,05.
Resultados: no se encontraron diferencias estadísticamente significativas para el éxito (p = 0,173) ni la pérdida ósea marginal periimplantaria, aunque se encontró una tendencia a una mayor pérdida ósea en los implantes cortos (p = 0,059). El único factor de confusión que mostró diferencias estadísticamente significativas fue el tipo de antagonista (p = 0,023) pero únicamente cuando sólo se analizaban los implantes cortos. En este caso la pérdida ósea marginal fue 0,27 mm inferior cuando el antagonista era dentición natural.
Conclusiones: El éxito global de los implantes cortos a los 5 años fue del 97,4%. Los implantes cortos no presentaron diferencias estadísticamente significativas en el éxito respecto a los implantes de longitud convencional, con un seguimiento de hasta 5 años. A los 12 meses, la pérdida ósea marginal en los implantes cortos fue de 0,79 mm y 0,65 mm en los de longitud convencional. Las diferencias no fueron estadísticamente significativas. El éxito de los implantes cortos frente a los convencionales fue similar independientemente de si los implantes se encontraban ferulizados o no. Se obtuvieron estos mismos resultados para la pérdida ósea marginal. Los factores de riesgo estudiados: edad, sexo, consumo de tabaco, higiene, antagonista, altura ósea remanente, cirujano, dilatadores, longitud, diámetro, osteodilatadores, cirugía en 1 o 2 fases, tipo de hueso, tipo de prótesis, tipo de ferulización, antagonista y la proporción corona implante, no influyeron en el éxito y la pérdida ósea marginal periimplantaria.
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