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El objetivo de este trabajo es analizar e interpretar la agricultura familiar ribereña fundamentada teóricamente en la economía substantiva para explicar las particularidades y las diferencias de los factores endógenos que definen esta agricultura como una agricultura no capitalista, así como profundizar en los procesos dinámicos endógenos capaces de impulsar un desarrollo desde dentro que sea sostenible social, económica y ambientalmente en coherencia con los principios básicos establecidos por el ecodesarrollo. La metodología utilizada es de carácter cualitativo cuyo objetivo es profundizar en las cualidades de los fenómenos y procesos estudiados, buscando abarcarlos en su conjunto. Fueron realizadas 335 entrevistas personales en profundidad a los/as productores/as de las comunidades rurales de Agrovila del Caburi, Monte Sinai y San Francisco de Assis del Palhal, área seleccionada de este estudio, situadas en el municipio de Parintins/Amazonas (Brasil). En apretada síntesis, se trata de una sociedad tradicional donde la economía no es la dimensión sobre la que pivota la existencia de las personas, como en el modo de producción capitalista, sino una dimensión más que se encuentra en realidad supeditada a las relaciones sociales y a los imperativos medio-ambientales con una producción destinada a la supervivencia familiar y al mercado local. Sin embargo, esta economía no capitalista en su estado actual no es capaz de satisfacer las necesidades materiales básicas de la población. Estas características aconsejan su abordaje teórico con la tesis de la economía substantiva en el sentido de Polanyi. De esa forma, el ecodesarrollo, precisado con la conceptualización de la economía substantiva, es un concepto capaz de representar la articulación de las estructuras socio-económicas y los valores de las sociedades rurales tradicionales con un conjunto de instituciones concretas en los ámbitos de la producción y de la comercialización susceptibles de lograr simultáneamente la sostenibilidad económica, social y ambiental. La clave para que esto sea posible pasa por basar este proceso en los recursos específicos del territorio y en la participación de los actores locales protagonistas del proceso, dando entrada al mercado para que proporcione los estímulos necesarios pero sin poner en peligro los valores y la integración con la naturaleza. Ello permite derivar los contornos de una política pública realista de impulso al desarrollo de la agricultura familiar ribereña.
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