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El aumento del número de pacientes con patologías crónicas relacionadas con el envejecimiento de la población sitúan la discapacidad y la dependencia en un lugar principal entre los problemas socio-sanitarios actuales.
La Organización Nacional de la Salud sitúa la discapacidad visual entre los primeras causas de discapacidad a nivel mundial.
El presente estudio analiza la situación de la dependencia entre la población mayor de edad con discapacidad visual por ceguera legal afilada a la Organización Nacional de Ciegos Españoles y revisados en la Delegación Territorial de Valencia. Con él se pretende conocer las características de esta población para poder estimar sus necesidades asistenciales, tanto a nivel sanitario como social, y los recursos necesarios para atender a este colectivo, organizar estrategias asistenciales y evaluar las intervenciones realizadas en ella.
Estamos ante un estudio descriptivo transversal realizado entre enero y junio de 2015 en una población de personas mayores de edad afiliados a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) revisados en la consulta de Oftalmología de la Delegación Territorial de Valencia.
A esta población se les aplicó un cuestionario basado en la Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia (EDAD 2008) con el fin de describir sus características demográficas, su limitación para realizar actividades de la vida diaria y ayudas necesarias para su realización, la discriminación percibida, apoyos asistenciales y económicos y expectativas ante la rehabilitación visual.
Tras analizar los resultados se concluye:
La edad media de los pacientes con ceguera legal afiliados a la ONCE en Valencia tienen una edad media de 60 años con un predominio femenino. La mayoría vive en la residencia familiar con su cónyuge. Los que viven solos suelen ser mujeres de edad avanzada.
Predominan las patologías relacionadas con alteraciones coriorretinianas.
Las actividades que generan más dificultad entre la población son las relacionadas con la visión, la movilidad y con la realización de las compras. Las actividades que más dependencia generan son las relacionadas con la visión, el uso del transporte público, el uso del teléfono, la realización de las compras y la movilidad fuera del hogar.
El 40% de nuestra población se ha sentido discriminado en alguna ocasión debido a su discapacidad visual, sobre todo en las relaciones sociales.
Sólo el 18,33% de la población se encuentra en activo con un claro predominio masculino. El 80% de los que no encuentran trabajo cree que esto se debe a su discapacidad.
El 23,9% declara no recibir ningún tipo de prestación económica debido a su discapacidad.
Casi la totalidad de la población recibe algún tipo de ayuda personal para la realización de las actividades de la vida diaria. Se trata, en su mayoría de apoyo informal por parte de un familiar que reside en el mismo hogar.
La mayoría de los encuestados refiere que los cuidados a los discapacitados deberían proporcionarlos personal sociosanitario y no la familia por la carga que supondría para ella.
Se valora la utilidad de la rehabilitación sobre todo en actividades de movilidad fuera de la vivienda, uso del transporte público y realización de tareas domésticas. Las actividades menos valoradas son las recogidas en el bloque de visión, el uso del teléfono la realización de las compras.
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