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El tema fundamental de esta tesis doctoral es la obra del filósofo alemán Hans Blumenberg (1920- 1996). Su intención principal no es otra que la de tratar de arrojar alguna luz sobre un pensamiento filosófico cuya creciente influencia contrasta con la escasez de interpretaciones de que se le conocen dada nuestra cercanía en el tiempo con ella. En este punto cero de una recepción que muestra pocos síntomas de decadencia, se hacen necesarias interpretaciones que traten de contextualizar al autor y cohesionar su obra; aunque sólo sea entendiéndola como el producto de una misma persona desplegando su trabajo personal de pensar. De este estado de cosas se extrae la tarea que, con la mayor fidelidad posible a la letra, se ha tratado de acometer en esta tesis, así como las razones que la hacen valiosa o recomendable. Para ello, se ha intentado mostrar cómo la fenomenología supone una constante central en el pensamiento de este autor. Una constante que trasciende la mera interlocución para convertirse en una adhesión que rige una estricta praxis profesional y, por tanto, un modo de filosofar. Desde las premisas de ese modus operandi se puede interpretar la producción de Hans Blumenberg integrándola en la tradición filosófica a la que pretende corresponder y desvelando las condiciones que esta integración impone a su pensamiento. Se trata, además, de una perspectiva que no establece un método cerrado ni tampoco acarrea exigencias de sistematicidad; señala, más bien, un camino, una dirección en la que debe acometerse la tarea del pensar. Desde esa metáfora del camino, a la que se alude en el subtítulo de la tesis, se busca integrar el pensamiento de Blumenberg con sus giros y variaciones, pero sin asimilarlo a una estricta observancia fenomenológica. Lo que Blumenberg entiende como fenomenología se ancla en el pensamiento de Husserl, pero se centra, precisamente, en sus carencias. Aquellas que se señalaron cuando, tras su giro transcendental, su escuela se disolvió y se recuperaron réplicas historicistas y antropológicas, ejemplificadas en Ser y tiempo, apuntadas ahora desde dentro de los mismos círculos fenomenológicos. La obra del filósofo que nos ocupa se centrará en los problemas centrales que provocaron esa polémica y tratará de dar una respuesta que se quiere, en algún sentido, fenomenológica todavía. Así, su obra histórica puede entenderse desde las premisas de una hipótesis de investigación que Blumenberg llamará “fenomenología de la historia” con la que se busca alcanzar una descripción eidética de la historia. Una descripción que no es completa si no se tienen en consideración las prerrogativas, capacidades y necesidades del ser humano, el actor, que no el director, de esa historia; tarea para la cual Blumenberg desplegará una antropología fenomenológica que se ha conocido de forma póstuma. Así, esta investigación trata de mostrar cómo, siguiendo esta línea, la obra de Blumenberg se puede comprender como una respuesta a una situación filosófica de profunda crisis de fundamentos, cuyo estallido se hace patente con el fracaso definitivo de Husserl en su intento de situar a la filosofía en el catálogo de las ciencias estrictas, y de cuyas consecuencias el pensamiento filosófico aún no ha podido recuperarse. En gran medida, la obra de Blumenberg muestra una forma de responder a ese desafío que quedaba abierto; un posible camino para una filosofía en el presente.
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