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Los accidentes de tráfico de los conductores jóvenes son un problema de salud y consecuentemente es importante intentar comprender qué está pasando.
Los jóvenes constituyen un grupo ampliamente declarado de alto riesgo, donde se conjuga la juventud con la inexperiencia, es y ha de ser, por su inminente o reciente participación en el sistema de tráfico, un grupo objeto de la educación y la formación vial.
Los jóvenes, los jóvenes que exhiben conductas de riesgo, los jóvenes que exhiben una conducción arriesgada, han sido objeto de una extensa investigación.
Hay muchos factores que contribuyen a la formación de estas actitudes, creencias y comportamientos. Los medios de comunicación, especialmente la televisión, los padres y los "iguales" son centros de influencia que a menudo actúan mediante la potenciación de las actitudes y comportamientos negativos.
Es por ello que no podemos responsabilizar en mayor medida a los jóvenes sin que paralelamente nos responsabilicemos más nosotros en lo que se refiere a nuestros comportamientos en general y en los que tenemos con respecto a ellos, al menos en lo que se refiere al tráfico y la seguridad vial.
Hemos considerado necesario realizar un análisis de lo que opina la población española, de lo que opinan los jóvenes, toda vez que indagamos en otras cuestiones como sus actitudes, la relación con sus padres, en relación siempre con la seguridad vial.
Sin habernos olvidado de abordar aspectos que tienen que ver con las creencias, las actitudes y los conocimientos, nos vamos a centrar en averiguar otros aspectos como son: los jóvenes en su relación con el tráfico y con sus vehículos (ambos hechos objetivos), el historial de accidentes y la tasa de infracciones que suelen cometer (restringidas a unas infracciones específicas), y en su defensa, cómo no, la relación que tienen estas infracciones y accidentes con las de sus padres en lo que hemos venido a titular “padres y jóvenes unidos por el tráfico”, amén de tratar de establecer qué relación tiene todo esto con sus estilos de vida.
Y para ello, el libro se ha estructurado en tres grandes apartados:
En el primero de ellos, para permitir una composición mejor acerca de las circunstancias de dónde se han extraído los datos del estudio, se describe la metodología del mismo.
En un segundo apartado presentamos los más relevantes y significativos resultados del estudio.
En un tercer apartado, realizamos un recorrido sobre algunos de los resultados que, siendo significativos, puedan ofrecer un panorama general de los conocimientos obtenidos mediante esta investigación. Y lo hacemos desde la óptica, que nunca debemos perder, de las implicaciones que los mismos pueden tener desde un punto de vista aplicado.
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