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La norma existe sea cual sea su manifestación, porque es producto y necesidad de la interacción entre las personas. Pero no tiene sentido si nadie controla que ésta se cumpla.
Necesitamos a alguien que administre finalmente las sanciones cuando no se cumpla la norma. Necesitamos algo/alguien que administre la veracidad de que los comportamientos realmente se han producido, de la intención de los mismos, que evalúe la gravedad, que los ponga en relación con lo que las normas dicen, sus excepciones…
Necesitamos juzgar antes de sancionar. Es necesario aplicar la justicia.
Cada uno de nosotros en algún momento asumimos alguno o todos estos roles a la vez. En efecto, en muchas de nuestras actuaciones diarias, ya sean laborales, familiares…, dictamos normas, controlamos que éstas se cumplan y si se nos permite decirlo, dictamos sentencias para los individuos sobre los que tenemos influencias.
En el tema del tráfico, de los accidentes e incidentes, como en toda conducta que se
lleva a cabo en un sistema interactivo, hay víctimas y culpables/responsables.
En nuestro país existe una tendencia abrumadora en los últimos tiempos, de “intensificar temporalmente los controles”, a intentar establecer nuevas fórmulas sancionadoras e incluso aumentar la calificación de gravedad de la infracción, así como su cuantía. Una de las preguntas que surgen a colación de esto sería ¿se justifica este empeño en detrimento de otras medidas?, ¿se atiende a las variables que, al menos teóricamente aumentarán la eficacia de estas medidas?
Hemos constatado que realizando un estudio poblacional facilitamos los posicionamientos de las personas e incrementamos la riqueza en las discusiones a través de todas las variables que hemos podido tratar.
Conocer los pensamientos de la población española nos va a permitir, sin lugar a dudas, analizar el problema con mayor rigor, así como proponer soluciones (medidas y contramedidas) más ajustadas a la realidad social sobre la que se va a aplicar.
Con ello, pretendemos convertir este libro en manual de consulta para aquellos que intervienen en el marco de la seguridad vial tanto a nivel general como a nivel de los que participan más activamente en el tema más especifico que aquí trabajamos.
El libro se ha estructurado en tres grandes partes:
En la primera de ellas, para permitir una composición mejor acerca de las circunstancias de las que se han extraído los datos del estudio, se describe la metodología del mismo.
En una segunda parte presentamos los más relevantes y significativos resultados del estudio, capítulo que está dividido en diferentes bloques: Normativa, Supervisión Policial, Sanciones, Justicia, Modelos de Respuesta y Medidas.
Los cuatro primeros bloques aunque son independientes, puesto que tratan aspectos distintos de un proceso que tiene una cronología relativamente clara, tienen un cierto grado de relación que indudablemente va a quedar reflejado en un análisis que cruza algunas de estas variables con el quinto bloque.
Además, este quinto bloque que aborda una serie de conductas, de las cuales algunas son sancionables y otras no lo son, tiene un análisis autónomo que trata de reflejar las relaciones que tiene el continuo con las conductas, las creencias, los conocimientos, las actitudes, etc.
En el sexto bloque se analizan, también desde el doble enfoque: de forma autónoma y en relación con los otros, las medidas que se llevan o se pueden llevar a cabo y que tienen relación con la temática que estamos trabajando. En realidad, “medidas” son todos los puntos tratados, pero en este bloque analizamos algunas características diferenciales de las mismas tal y como existen y tal y como podrían ser que, nos parece, tienen una implicación diferencial
En una tercera parte, realizamos un recorrido sobre algunos de los resultados que, siendo significativos, puedan ofrecer un panorama general de los conocimientos obtenidos mediante esta investigación. Y lo hacemos desde la óptica, que nunca debemos perder, de las implicaciones que los mismos pueden tener desde un punto de vista aplicado.
Recogemos en este libro “análisis complementarios” y conclusiones que nos ayuden a encontrar respuestas en la búsqueda de la máxima eficacia y eficiencia del sistema, considerando sus posibles alternativas.
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