El envejecimiento progresivo de la población, que cada vez es más acelerado, los profundos cambios sociales, económicos y tecnológicos han derivado en un nuevo modelo de movilidad urbana. El interés por la calidad de vida en la ciudad más la inclusión de las personas de edad avanzada en un entorno urbano integrador y accesible que fomente el envejecimiento activo y prevenga la accidentalidad de las personas de edad avanzada hacen que el objeto de interés de esta investigación se centre en identificar y analizar las opiniones, motivaciones, creencias y experiencias personales y subjetivas de una muestra de personas de edad avanzada, en diferentes aspectos relacionados con la ciudad, la movilidad y la seguridad vial. Además las principales cifras de siniestralidad del colectivo de edad avanzada, entre los años 2010 a 2013 reflejan una elevada representación en los accidentes de tráfico y no debemos olvidar, que es uno de los grupos de población con mayor vulnerabilidad y comorbilidad. Debido a que es un “grupo de riesgo”, se plantea la necesidad fomentar la Seguridad Vial en el colectivo de edad avanzada. Es necesario intervenir, para prevenir y reducir la accidentalidad, en la que se ven implicadas las personas de edad avanzada, adoptando estrategias como la formación adecuada. El grupo de edad avanzada necesita programas y actuaciones específicas de educación y formación vial, que tengan en cuenta sus peculiaridades como grupo de riesgo. La presente investigación, ha partido de una entrevista en profundidad aplicada a una muestra de personas mayores. La aplicación de metodología cualitativa, es muy útil a la hora de facilitar la comprensión del fenómeno a estudiar y la visión específica de los participantes, se ha planteado como objetivo conocer en profundidad las percepciones y experiencias de las personas mayores en relación al tráfico y la Seguridad Vial, con especial atención al ámbito urbano en el que desarrollan el mayor número de sus desplazamientos. Algunos de los temas específicos elegidos para profundizar, tales como la agresividad, las emociones, la norma o la salud, han sido fruto de la selección resultante del análisis de los datos diferenciales de las personas de edad avanzada obtenidos de los estudios precedentes (Alonso et al., 2002 - 2008) más el interés personal por este colectivo. Para interpretar la información obtenida en la muestra objeto de estudio y poder comprobar las hipótesis planteadas en esta investigación, se ha empleado el análisis de contenido temático y lexicográfico. Mediante el análisis de contenido se ha preservado la naturaleza textual de los discursos de las personas de edad avanzada, obteniendo su realidad interna. Los resultados expuestos nos han permitido ver la magnitud del problema de las personas de edad avanzada en la ciudad y en las situaciones viales o de tráfico a las que se enfrentan diariamente. Entre las distintas conclusiones se plantea la necesidad de trabajar las emociones positivas y negativas en personas de edad avanzada, a través de la activación de estrategias cognitivas, conductuales y emocionales. Es necesario fomentar la autonomía y participación de este colectivo, implicar a otros colectivos (intergeneracionales) para aumentar el bienestar de los mayores y su calidad de vida. Además de impulsar el conocimiento, para uso y disfrute de nuestros mayores, de los servicios sociales que ofrece la ciudad, tanto para personas autónomas como dependientes. Hay que conseguir que la ciudad y los medios de transporte sean totalmente accesibles, fomentando su autonomía en los desplazamientos, porque “algún día todos seremos mayores”.