|
En una entrevista concedida recientemente en la que se le critica el presunto gran formato, lo pretencioso, lo decimonónico de su teoría, Habermas hace unas aclaraciones que pueden contribuir a entender de dónde proviene la riqueza teórica a la vez que concreción de los trabajos y entrevistas recogidos en este libro. «Nunca –viene a decir Habermas- he considerado posible el tipo de teoría que se practicó en la tradición a que me remito, siempre consideré absurdo el intento de absorber y superar por arriba la pluralidad de discursos; mi trabajo diario tiene un aspecto bien distinto. Me interesan los problemas concretos, los problemas en cierto modo ya "diseccionados", que surgen en contextos muy distintos. Busco los problemas en su lugar, es decir, en los discursos teóricos con que me encuentro. Hago entonces una contribución en este o aquel campo. Pero nunca trato de embutir todo en el mismo marco teórico, no asimilo todo a los mismos conceptos básicos de una gran teoría concebida en términos globalizadores. Naturalmente, hago la correspondiente aportación desde mi propia perspectiva, pero sobre las cuestiones filosóficas hay que hablar filosóficamente, sobre las cuestiones sociológicas sociológicamente y sobre las cuestiones políticas políticamente.
|