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Ramírez López, Federico
Comeig Ramírez, Irene (dir.); Jaramillo Gutiérrez, Ainhoa (dir.) Institut Interuniversitari d'Economia Internacional |
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Aquest document és un/a treball fi de màster, creat/da en: 2016 | |
¿Son diferentes las decisiones económico-financieras de hombres y mujeres cuando se enfrentan a determinadas situaciones en entornos de riesgo y/o ambigüedad, o en entornos competitivos?
En los últimos años, se ha utilizado la economía experimental para el estudio de las diferencias de género. La metodología experimental es especialmente adecuada para este tipo de análisis, puesto que permite al investigador aislar un factor de las decisiones (por ejemplo el género) y examinarlo separadamente de otros factores.
Una parte de estos trabajos experimentales ha encontrado importantes diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres (entre otros, Gneezy et al., 2003; Niederle y Vesterlund, 2007; Eckel y Grossman, 2008; Cox y Deck, 2006; Buchan et al., 2008) .
El objetivo de la Tesis es profundizar, utilizando la metodología experimental, en el análisis de esas diferencias entre las d...
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¿Son diferentes las decisiones económico-financieras de hombres y mujeres cuando se enfrentan a determinadas situaciones en entornos de riesgo y/o ambigüedad, o en entornos competitivos?
En los últimos años, se ha utilizado la economía experimental para el estudio de las diferencias de género. La metodología experimental es especialmente adecuada para este tipo de análisis, puesto que permite al investigador aislar un factor de las decisiones (por ejemplo el género) y examinarlo separadamente de otros factores.
Una parte de estos trabajos experimentales ha encontrado importantes diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres (entre otros, Gneezy et al., 2003; Niederle y Vesterlund, 2007; Eckel y Grossman, 2008; Cox y Deck, 2006; Buchan et al., 2008) .
El objetivo de la Tesis es profundizar, utilizando la metodología experimental, en el análisis de esas diferencias entre las decisiones económico-financieras que toman los hombres y las mujeres en entornos de riesgo y de competición al margen del país de cada individuo. La existencia de diferencias en el comportamiento financiero de los distintos géneros tiene importantes implicaciones económicas y sociales tanto en el ámbito del consumo, como en el de la inversión y en el del mercado laboral (ver Blau y Kahn, 2000 para una revisión de esta literatura; ver también Escriche, et al., 2004).
En particular, uno de los objetivos es estudiar el comportamiento de hombres y mujeres en los mecanismos de autoselección bajo una situación de riesgo.
Mediante los mecanismos de autoselección, una empresa, un empleador o un prestamista, que se enfrentan a una población heterogénea de potenciales clientes, trabajadores o prestatarios, pueden mejorar su selección y con ello, su eficiencia.
Un mecanismo de autoselección es aquel que proporciona incentivos para que los individuos revelen sincera y completamente sus preferencias en mercados con asimetría de información. En este contexto, las empresas no son capaces de diferenciar directamente a los clientes con diferentes características, pero pueden llegar a separarlos ofreciendo un menú de contratos con diferentes combinaciones de precios y compromiso (como por ejemplo, garantías, franquicias, esfuerzo o inversión en educación), es decir, mediante una señalización costosa; especialmente en los mercados financieros. El objetivo es que cada tipo de cliente, trabajador o prestatario escoja el contrato que revele sus características. Así se puede generar una autoselección de los clientes. Esta idea ha sido explorada entre otros por Mussa y Rosen (1978) en el caso de un monopolio de un bien duradero, por Rohschild y Stiglitz (1976) en el caso de un mercado de seguros competitivo y por Bester (1985) para un mercado de préstamos.
Así por ejemplo, en un mercado en el que las empresas buscan financiación y éstas tienen mejor información que los prestamistas sobre la calidad de sus proyectos, se puede transferir información sobre esta calidad a través de “acciones” de la empresa que puedan ser observadas. En el mercado de préstamo bajo información asimétrica, uno de los mecanismos que se puede utilizar para clasificar a los diferentes prestatarios potenciales es ofrecerles un menú de contratos que especifiquen, junto al tipo de interés, la garantía exigida. Así la disposición de una empresa a aportar garantía puede servir como señal al prestamista de la verdadera calidad de su proyecto. Esta idea es la que destaca en los resultados obtenidos por Bester (1985, 1987), Chan y Kanatas (1985) y Deshons y Freixas (1987) y también, aunque trabajando en marcos un tanto diferentes, en las conclusiones de Besanko y Thakor (1987) e Igawa y Kanatas (1990).
Sin embargo, este tipo de mecanismos no tiene en cuenta las diferencias de comportamiento frente al riesgo y/o ambigüedad que puedan existir entre hombres y mujeres. Estas diferencias de comportamiento por género podrían provocar una errónea clasificación de las mujeres, haciendo ineficiente este mecanismo de autoselección tal y como está definido actualmente.
El Capitulo 1 de esta Tesis Doctoral examina este mecanismo de autoselección en tres países europeos diferentes, Suiza, España e Inglaterra, mediante un experimento de economía. Los resultados muestran que este mecanismo de autoselección, aunque funciona para clasificar a los hombres, no sirve para clasificar a las mujeres según el nivel de riesgo de su proyecto de inversión.
Abstract Chapter 1: Do women self-select as good borrowers?
Are credit screening models designed for men? In theoretical models of credit under asymmetric information, banks typically offer incentive compatible contracts (with collateral) to induce borrowers to disclose their private information. However, if women are particularly averse to financial risk in downside risk settings, they may be classified as high-risk borrowers. In consequence, low risk women borrowers may receive the loan designed for the bad borrowers (higher cost in collateral and/or interest rate), or even fail to receive credit. Given that getting credit is key to start or succeed in business, this may represent glass ceiling in women entrepreneurship. We conduct, in three different European countries, a laboratory experiment to study systematic gender differences in self- selection. Our results show that incentive compatible contracts with collateral fail to disclose women private information, while they disclose men private information. Thus, low risk women borrowers do not self- select as “theoretical” good borrowers. Our results show that gender differences arise when subjects face downside risk, i.e. low failure probabilities. As women represent half of the world’s population, we suggest theoretical models dealing with downside risk should incorporate the gender differences in risk attitudes.
KEYWORDS: Asymmetric information, Adverse selection, Behavioral finance, Credit Screening, Experiments, Gender, Self-selection
Además, los resultados obtenidos en los experimentos del Capítulo 1 también muestran que las mujeres tienden a evitar escoger alguno de los dos contratos ofrecidos y prefieren, en mayor medida que los hombres, quedarse fuera del juego con una renta segura aunque mucho menor.
Una de las razones que los estudios experimentales previos han señalado como posibles potenciadoras de las diferencias de género en salarios y de la falta de mujeres en puestos altos en ciencia, política y empresa, es la menor inclinación de las mujeres a entrar en entornos competitivos (Blau et al., 2010; Cason et al., 2010; Croson y Gneezy, 2009; Datta Gupta et al., 2013; Dohmen y Falk, 2011; Gneezy et al., 2009; Gneezy et al., 2003; Gneezy y Rustichini, 2004; Niederle y Vesterlund, 2007; 2011; Weichselbaumer y Winter-Ebmer, 2007).
Ello nos lleva a examinar, en los Capítulos 2 y 3 de esta Tesis Doctoral, distintos aspectos que podrían mejorar la entrada de las mujeres en entornos competitivos.
Abstract Chapter 2: Gender, self-confidence, sports, and preferences for competition
Results from the self-selection experiment in Chapter 1 showed that women tended to shy away from choosing contracts s or r more frequently that men did. When holding the riskier project, 14.44% of women choose not to have any of the contracts and get the ‘no contract’ option, which pays a sure though low return. Just 6.06% of men choices went to the ‘no contract’ option (see Figure 1.1). When holding the safer project, 7.92% of women choices went to the ‘no contract’ option, and just the 2.25% of men choices went to the ‘no contract’ option.
This research examines with a fuzzy-set qualitative comparative analysis (fsQCA) the conditions, including gender, that relate to competition preferences and the different paths that may lead to a decision to enter competition. The results of the economic experiment show that no single condition but combinations of characteristics explain preferences for competition. Furthermore, results show that experience in competitive sports relates to a higher self-confidence and increases the willingness to enter in competitive systems. Interestingly, one of the causal paths leading to enter competition is being a risk-averse woman with experience in competitive sports. These results provide insights to guide policy interventions to reduce the gender gap in preferences for competition and, therefore, to rise the percentage of women in top-level positions.
KEYWORDS: Behavior; competition; experimental economics; fsQCA; gender differences; risk aversion; self-confidence
Sin embargo, la mayor parte de trabajos experimentales que observan diferencias de género en disposición a competir, se han centrado en un sistema de competición del tipo “todo para el ganador”, que deja sin ganancias a otros miembros del grupo.
Dado que el sistema competitivo “todo para el ganador” puede tener características que interactúan con otras variables que podrían afectar a la decisión de entrar a competir, como la cultura (Gneezy et al. 2009; Booth y Nolen 2012), o la identidad cooperativa o no con la que se asimilan los individuos (Charness y Rustichini 2011), o la confianza en uno mismo (Kamas y Preston 2012; Sutter et al. 2015; Comeig et al. 2016), o con actitudes hacia el riesgo y/o ambigüedad (Booth y Nolen 2012) o con combinaciones entre ellas (Comeig et al. 2016), en el Capítulo 3 se analiza si otro tipo de sistema competitivo podría incentivar una mayor participación de las mujeres en la competición.
Resumen del Capítulo 3: ¿Las mujeres no compiten? Depende del tipo de competición
Se diseña un experimento económico que consta de dos tratamientos que se diferencian por el tipo de competición a escoger. El primer tratamiento permite escoger entre un pago constante y una competición “todo para el ganador”, mientras que el Tratamiento 2 permite escoger entre un pago constante y una competición contra uno mismo por objetivos.
La competición por objetivos contra uno mismo resulta significativamente más atractiva para los sujetos de nuestro experimento (hombres y mujeres de forma agregada). Además, el número de mujeres que deciden competir es significativamente mayor en la competición contra uno mismo por objetivos que en la competición del Tratamiento 1, en la que el ganador se lleva todo (WTA, por sus siglas en inglés).
Es importante señalar que este incremento significativo en la participación de las mujeres se ha producido sin ninguna reducción en la participación de los hombres y sin ninguna reducción en la eficiencia del sistema.
Dada la importancia social y económica de tener una sociedad equilibrada, en la que tanto mujeres como hombres ocupen puestos de responsabilidad y de decisión, en este Capítulo se propone el sistema de competición contra uno mismo por objetivos como mecanismo a recomendar en las empresas, frente al de “todo para el ganador”.
KEYWORDS: Behavior; competition; experimental economics; gender differences
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