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From 1987 to 1991, 209 patients were operated on by the Ilizarov method in
our institution. Among them, 3 patients presented vascular complications during the treatment.
All were adults and have been treated for long bone pseudoarthrosis. The vascular lesion ocurred
at the femoral superficial artery in one case, at the popliteal artery in other case, and at
the posterior tibial artery in the third case. The clinical sign of vascular damage was bleeding
through the cutaneous point of the Kirschnner transfixion wires in all cases. Arteriography was
done in all cases but its interpretation was very difficult because of the presence of the external
fixator. In the case of femoral artery, injury the external fixator was removed and a vascular
by-pass was performed with an inverted graft of the saphenous vein. The same procedure was
done in the case with a popliteal artery injury but without removal of the external fixator. The
case with lesion of the posterior tibial artery was treated by arterial hgature. In all cases, outcome
was satisfactory, allowing completion of the orthopaedic treatment.Entre 1987 y 1991 fueron intervenidos 209 pacientes mediante el método de
Ilizarov en nuestra institución. Tres de los pacientes presentaron complicaciones vasculares durante
el tratamiento. Todos ellos eran adultos y habían sido tratados por pseudoartrosis de un
hueso largo. La lesión vascular ocurrió en la arteria femoral superficial en un caso, la arteria
poplítea en otro y la arteria tibial posterior en el último de ellos. El signo clínico del problema
vascular fue la presencia de la hemorragia en el punto de salida cutánea de las agujas de
Kirschner de transfixión. Se realizó exploración arteriográfica en todos los casos, pero su interpretación
fue difícil debido a la presencia del fijador externo. El tratamiento de la complicación
vascular fue: en el caso de la lesión de la arteria femoral fue retirado el fijador y realizado
un by-pass con un injerto invertido obtenido de la vena safena; en el caso de lesión de la arteria
poplítea, se realizó la misma técnica pero sin retirar el fijador. En el último caso la lesión
de la arteria tibial posterior se trató mediante ligadura de la misma. En todos los casos, la evolución
del tratamiento vascular fue excelente, siendo posible finalizar el tratamiento ortopédico.
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