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Experimental surgery was performed on the dog to compare the behavior of fresh
autografts with freeze-stored allografts of the anterior cruciate ligament (ACL). In both cases, drill
holes were made at the ACL insertion sites with a cannulated bit and the ligament with a plug of
bone attached to each end was extracted with the aid of a guide wire. Prior to implantation, autografts
were inmersed in a saline solution for a few minutes. Allografts deeply frozen to -80 °C
with liquid nitrogen were quickly thawed before surgery. At implantation, the bone plugs at the
ends of the ligament were firmly anchored with 6,5 mm. cancellous bone screws, so inmobilization
of the animals was not necessary. Animals were killed at 3, 6, 12, 24 and 36 week after surgery.
To study graft vascularity the tissue transparency technique developed by Spalteholz was
employed. Both type of grafts underwent the same biological reconstruction process. Indifferentiated
mesenchymal cells and capillar buds from the host tissues invaded the implant. Through a
mechanism of creeping substitution induced by fibroblastic and osteoblastic differentiation, the
grafts gradually took the apparence of normal, well-vascularized ACL. The remodeling process
reached the innermost zones of the autografts in 12 weeks and the allografts in 24 weeks. Both
type of groups showed a normal mature appearance 36 weeks after surgery. There were no signs
of inmunological rejection. In our opinion, the ideal substitution for repair of ACL injurie could
be an allograft of the same ligament, removed with bone attached to each end.Hemos realizado un trabajo de cirugía experimental en perros, en el que comparamos
el comportamiento de los autoinjertos frescos de ligamento cruzado anterior de la rodilla
(LCA), con lo aloinjertos crioconservados. Con la ayuda de una guía y trefinas, se extrae el LCA con
sus inserciones, unido a un taco óseo en cada extremo. Los autoinjertos se reimplantan tras unos minutos
en suero fisiológico. Los aloinjertos son sometidos a congelación y, almacenamiento a —80 °C
y descongelación rápida, antes de su implantación. Se realiza una fijación de los tacos óseos con tornillos
de esponjosa de 6,5 mm, lo que nos permite prescindir de la inmovilización. Los animales se
sacrifican a las 3, 6, 12, 24 y 36 semanas, realizando estudio vascular con técnica de transparencia
de tejidos de Spalteholz y estudios histológicos. Se demuestra que ambos injertos sufren los mismos
procesos biológicos de reparación. Células mesenquimales indiferenciadas y brotes capilares del receptor,
invaden los componentes del injerto; se produce una diferenciación polarizada a osteoblastos
en el hueso y a fibroblastos en el ligamento, que por mecanismo de sustitución por yuxtaposición,
restauran un LCA similar al normal, bien vascularizado. Esta remodelación llega a las zonas profundas,
en los autoinjertos a las 12 semanas y en los aloinjertos a las 24 semanas. A las 36 semanas,
ambos injertos están maduros. No ha habido rechazo inmunológico. En nuestra opinión el aloinjerto
de LCA, con hueso en sus extremos, puede ser el sustituto ideal para las roturas de LCA.
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