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Este trabajo parte de la constatada circulación de arquitectos y modelos en la Península Ibérica, para indagar sus efectos en las prácticas constructivas de la arquitectura hispánica en torno a 1500. La movilidad de los maestros obedecía a motivaciones diversas que iban desde la ampliación de la formación en sus años de aprendizaje, la búsqueda de trabajo y prosperidad en centros dinámicos y atractivos, o bien el llamamiento específico por su condición de expertos con motivo de consultas. El siglo XV y la primera mitad del siglo XVI se caracterizaron por intensas y fluidas transferencias técnicas a través de las fronteras y por la circulación internacional de modelos, con intervención de vectores como las intenciones de los promotores o las trazas, además de los viajes de maestros de obras. En un contexto carente de una firme normalización de tipos y elementos, con la convivencia y el trasvase mutuo de lo antiguo y lo moderno, cabe combinar una escala de alcance peninsular con otra micro-histórica que siga los pasos de los artífices en sus trayectorias como agentes de intercambios con otros prácticos en el oficio y con sus patronos. Más allá del consabido recurso a las influencias, que a veces desenfoca a los agentes y a las circunstancias de transmisión de formas, modelos o ideas , se intentará poner el acento en el papel de los agentes mediadores, en los mecanismos de circulación y en los efectos de las transferencias en los lugares de recepción, también parte activa en el proceso, porque no parece inconcebible un papel decisivo, por acción, por omisión o consentimiento, de algunas de las personas implicadas
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