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El título de la tesis refleja los dos principales objetos del trabajo: la tesorería general del rey Alfonso V de Aragón (el Magnánimo) y los balances del Reino de Nápoles en tiempos de su dominación en el Sur de Italia. Aunque algunos historiadores han estudiado las rentas regias de los diferentes estados, incluyendo referencias a las relaciones de los varios oficios contables de la Corona con la tesorería general, hasta la fecha el oficio central del aparado financiero de la Corona de Aragón no ha contado con un estudio específico, desde luego debido a la dispersión de la abundante documentación disponible al respecto sobre todo entre los archivos de Valencia, Barcelona y, en menor medida, Nápoles. Tampoco se conocen mucho los administradores de las finanzas del Magnánimo, así como los de los soberanos de otros estados europeos. Por otro lado, de los balances del Reino de Nápoles solo existen estimaciones aproximadas, basadas sobre fuentes de naturaleza no contable.
La tesis se divide en dos partes principales. La primera parte concierne los estados ibéricos de la Corona de Aragón y está unida por un hilo conductor, es decir el papel desempeñado por las nuevas necesidades financieras de la corte producidas por la guerra en las transformaciones institucionales y administrativas de la Corona (el fortalecimiento de la tesorería, la introducción de la “nueva” figura del procurador y perceptor general, el sometimiento del oficio de tesorería a la política expansionística del soberano, la difusión del principio contable de la “partita di giro”, la notable modificación de las muy formalizadas prácticas administrativas tradicionalmente adoptadas por la tesorería en el marco del proceso de gasto, el contraste del excesivo formalismo jurídico y interpretativo de los maestres racionales, la difusión de la práctica de las asignaciones directas y centralización administrativa de las finanzas reales). La segunda parte está dedicada específicamente al Reino de Nápoles, reconstruyendo ante todo el servicio de tesorería (sobre todo la actividad de caja y las tareas de naturaleza burocráctico-administrativa relacionadas a la autoridad que la figura del tesorero adquirió en la administración financiera y a la centralidad del papel que desempeñaba bien en la política de centralización financiera actuada por el Magnánimo, bien en la difusión del racional sistema de recaudación y de gasto llevado a cabo por la corte a todos los niveles del aparato administrativo para garantizar un control y, consecuentemente, una gestión más eficaz de las finanzas reales), en el marco del cual se aclara también el papel de los bancos, y los balances del Reino, tanto finales como de previsión.
Además del notable papel ejercido por las necesidades financieras de la corte en la racionalización de las prácticas administrativas estales llevada a cabo por el Magnánimo, contribuyendo así al proceso de construcción del Estado en el siglo XV, el trabajo evidencia la unidad administrativa de la Corona de Aragón querida por el Magnánimo, ofreciendo también elementos de debate sobre la evolución de los regímenes gubernativos en el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna, como la tendencia centralizadora y absolutista de ciertas disposiciones del monarca, el notable dinamismo político y institucional de la corte, la concepción patrimonial que Alfonso tenía del poder y de las relaciones estatales (y, por tanto, el gobierno basado sobre relaciones fiduciarias), la misma racionalización de los procedimientos administrativos, la división funcional de las competencias de los oficiales, la afirmación de la plenitas de la autoridad regia.
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