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Los grandes defectos óseos del hueso tibial
dentro del grupo de Lesiones Complejas consecutivas
a traumatismos de alta energía constituyen
un verdadero problema en nuestra especialidad.
Nuestra meta es restaurar la anatomía
del hueso afectado, conservando su longitud
y estructura ósea, para que pueda cumplir
su finalidad funcional. De las múltiples etiologías
de estos defectos óseos, centraremos nuestra
comunicación en aquellas lesiones traumáticas
que nos vienen con pérdida considerable de sustancia
ósea, o bien en aquellos en que el hueso
existente es de mala calidad y no reune las
condiciones óptimas para una reconstrucción
anatómica adecuada. Entre las diversas técnicas
para restablecer la continuidad del hueso,
podemos recurrir, en las del primer grupo a reconstrucciones
escalonadas mediante aportes
óseos osteogénicos con la ayuda de un fijador
externo. En la utilización del fragmento óseo
recuperado, del propio paciente, conservado
transitoriamente mediante ultracongelación o
liofilización, hasta poderlo aplicarlo, una vez
vencida la infección; siempre con un Fijador
Externo para mantener la longitud del hueso
afecto. En la utilización de hueso procedente
del Banco de Huesos. Incluso utilizando técnicas
microquirúrgicas de injertos vascularizados
del peroné, de la que no tenemos experiencia.
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