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La educación de las emociones se sitúa en el marco de la psicología positiva (Seligman, 2000). En el desarrollo humano las emociones juegan un papel fundamental, especialmente, como los patrones de respuesta y ejercen un importante valor adaptativo, personal y social (Fredickson, 2001). Una respuesta emocional adaptada ante las situaciones cotidianas facilita la comunicación tanto con uno mismo y como con los demás. Así, la estimulación de las emociones positivas contribuye al desarrollo de la personalidad y a una mayor calidad de las relaciones interpersonales, favoreciendo una conducta más adaptada y prosocial. Diferentes estudios empíricos constatan que, tanto determinadas emociones, como procesos cognitivos guardan relación con una conducta más prosocial, lo que conduce a una mayor adaptación social (Carlo, Mestre, McGinley, Samper, Tur, y Sandman, 2012; Carlo, Mestre, Samper, Tur y Amenta, 2010; Tur, Mestre y Del Barrio, 2004). Se presenta un programa de educación de las emociones orientado a la mejora de la convivencia en la infancia. Está estructurado en 4 bloques: 1) Conocimiento y gestión de las emociones, 2) Autorregulación de las emociones y autonomía personal, 3) Habilidades de comunicación: Inteligencia emocional y contextual, 4) Habilidades de afrontamiento eficaz y asentamiento social. Se aplica en un rango de edad entre los 7-12 años (Media=9.2; DT=1.5). Aportamos la evaluación de su eficacia en una muestra de 555 menores a través de un diseño Grupo Control (138 menores)-Grupo Experimental (294 menores), con una evaluación pretest de la variable conducta prosocial y una evaluación postest, una vez finalizada la fase de intervención. Los resultados muestran la eficacia del programa y su contribución al desarrollo de emociones positivas como la prosocialidad.The education of the emotions takes place in the context of positive psychology (Seligman, 2000). In human development, the emotions play a key role, especially response patterns, and have an important adaptive, personal and social value (Fredickson, 2001). An emotional response to daily situations facilitates communication with oneself and with others. Thus, stimulation of positive emotions contributes to personality development and a higher quality of interpersonal relationships, favoring a more adapted and prosocial behavior. Several empirical studies find that both certain emotions and cognitive processes are related to more prosocial behavior, which leads to greater social adaptation. (Carlo, Mestre, McGinley, Samper, Tur, y Sandman, 2012; Carlo, Mestre, Samper, Tur y Armenta, 2010; Tur, Mestre y Del Barrio, 2004). We present an Educational program of emotions aimed at improving coexistence among children. It is organized into 4 sections: 1) Knowledge and management of emotions, 2) Self-regulation of emotions and personal autonomy, 3) Communication skills: emotional and contextual intelligence, 4) Effective coping skills and social settlement. The study is applied in an age range of 7-12 years old (Mean=9.2; SD=1.5). We report the evaluation of its effectiveness in a sample of 555 children through the design of a Control Group (138 children) and an Experimental Group (294 children), with a pretest assessment of prosocial behavior variable and a posttest once the data had been collected. The results show the effectiveness of the program and its contribution to the development of positive emotions such as prosociality.
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