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Este artículo es un resumen actualizado del Trabajo de Investigación de Tercer Ciclo
que, con el mismo título, se defendió en Octubre de 1991. La elaboración del trabajo quiso ser una muestra de agradecimiento hacia la comarca de Liébana y, sobre todo, a sus habitantes.
Cuando en 1986 comenzamos a interesarnos por el patrimonio arqueológico lebaniego, las noticias se limitaban a unas cuantas necrópolis medievales mal documentadas en la mayoría de los casos, varios epígrafes de época romana (Iglesias, 1976) y a numerosas explicaciones sobre el carácter romano de tal o cual puente o de tal o cual camino -calzada(Martino, 1982). Los yacimientos prehistóricos se reducían a las reiteradas noticias sobre la Cueva de la Mora (González Echegaray, 1957) y a la fíbula de Bárago (González Echegaray, 1983).
En nuestros frecuentes paseos por la zona tuvimos pronto constancia de la existencia de un patrimonio arqueológico mucho más rico, caracterizado por la presencia de numerosos vestigios megalíticos. Ello, junto con las grandes facilidades encontradas a la hora de tratar con los lebaniegos, nos hizo ver la necesidad de realizar un Inventario en el que quedara constancia de los numerosos yacimientos de los que íbamos teniendo noticia por diferentes cauces.
Por desgracia, la falta de un inventario arqueológico no es sólo un mal de la comarca
de Liébana sino de toda la región, aunque es bien cierto que en el caso de buena parte de ésta se tiene conocimiento pormenorizado de la existencia de yacimientos arqueológicos. La labor de inventario se limita a la Carta Arqueológica realizada por el departamento de Prehistoria de esta Universidad y a las aportaciones del C.A.E.A.P (Muñoz et a/ii, 1987).
En definitiva, el inventario arqueológico de Liébana pretende servir de base para los
posteriores estudios ñlstóricos que se realicen sobre la comarca de Liébana y como instrumento para la defensa de su patrimonio.This article is an updated summary of the master dissertation, which with the same title, was defended in October 1991. The preparation of the work wanted to be a sign of gratitude to the region of Liébana and, above all, to the lebaniegos. When in 1986 we began to become interested in the archaeological heritage of Liébana, notices were limited to a few well-documented medieval necropolis in most cases, several epigraphs of Roman times (Iglesias, 1976) and numerous explanations about the Roman character of one or another bridge or of one or another road (Martino, 1982). The prehistoric sites were reduced to the repeated news about La Mora Cave (González Echegaray, 1957) and the fibula of Bárago (González Echegaray, 1983). In our frequent walks in the area we soon had evidence of the existence of a much richer archaeological heritage, characterized by the presence of numerous megalithic monuments. This, along with the great facilities found in dealing with the lebaniegos, made us see the need to carry out an inventory where the new evidences we were receiving through different channel could be recorded. Unfortunately, the lack of an archaeological inventory is not only a characteristic of the Liébana vallye but of the whole region of Cantabria, although it is true that in the case of a good part of the region the existence of archaeological deposits is well-known. The inventory work is limited to the Archeological Map made by the Department of Prehistory of this University and to the contributions of C.A.E.A.P (Muñoz et al., 1987). In short, the archaeological inventory of Liébana aims to serve as a basis for the subsequent historical studies carried out on the region of Liébana and as an instrument for the defense of its cultural heritage.
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