|
La inseguridad, en la llamada sociedad del riesgo, se traduce en reivindicación de seguridad frente a la delincuencia. La ambivalencia y la pluralidad de la sociedad postmoderna se debate entre la concepción de estructuras de intervención rígidas, penalizadoras y centradas en el individuo como responsable único de su acción o, por el contrario, en articular un modelo donde la sociedad se apodere de sus conflictos y haga, de la responsabilidad, un bien social del que ocuparse. De tal manera que la responsabilidad no es individual, sino grupal y colectiva siendo clave para ello el territorio. En este artículo se parte de este último postulado, el territorio donde se desarrolla la trayectoria delictiva, el escenario social (equipamiento público, escuela, programas y talleres para jóvenes, servicios sociales, etc.), es clave para el itinerario de intervención socio-educativa, pues es donde las políticas de proximidad favorecen la convivencia y la integración de las personas. Sostenemos que la forma más eficaz y eficiente de aumentar la seguridad es promoviendo un territorio estructurado y cohesionado, implementado políticas sociales de proximidad. En este sentido se presenta la situación de los adolescentes en conflicto con la ley en la ciudad de València
|